(Chile.com) Carmen Luz Rivera.- Mi papá es profesor. Mi papá es carpintero. Mi papá es doctor. Mi papá es feriante. Mi papá es gay...

A veces la realidad de la familia se ve marcada por circunstancias que pueden ser mucho más profundas que una profesión o condición social, porque la homosexualidad es un tema que nuestra sociedad de una u otra forma señala con el dedo, cuestiona y hasta enjuicia día a día.
Es así que el ser padre o madre homosexual, y vivir con los hijos constituye una historia de vida donde diferentes rasgos como la valentía y la liberalidad se entremezclan de un modo que vale la pena conocer.
Una Familia Especial
La familia de Carlos es una de esas, que de seguro alguien muy conservador calificaría como "rara". Y ese calificativo, se aplicaría, principalmente, porque en su casa conviven Carlos, Mariana y Camila. Los dos primeros, son los padres de la tercera. Hasta ahí nada escapa de lo que se conoce como una familia "tradicional". Sin embargo, la sorpresa surge al saber que Carlos es homosexual y tiene una pareja hace bastante tiempo, no obstante, él vive en la misma casa con su ex pareja y la hija de ambos.
Una situación nada cotidiana para el común de los mortales, pero que los involucrados asumieron con madurez y respeto. Desde hace aproximadamente tres meses, Carlos volvió a vivir con su ex pareja y su hija. Claro que antes debieron superar el doloroso proceso de entender que el ex esposo y padre, tiene una opción sexual distinta.
Carlos cuenta que cuando decidió dejar su casa vivió una de las etapas más fuertes de su vida. En primer lugar, porque la decisión la tomaba por lealtad, por los cuestionamientos personales y afectivos que comenzó a experimentar, y en segundo lugar, porque dejaba a su única hija que tenía 5 años.
"Decirle a mi hija que me iba de la casa porque era gay no tenía ningún sentido, porque que ella no entendía eso". Sin embargo,y debido a la realidad que debió enfrentar, su madre decidió llevarla a terapia.
Cuando Camila tuvo 14 años, Carlos decidió contarle la verdad. Reconoce que lo hicieron porque la terapeuta de Camila se dio cuenta que el problema no lo tenía ella sino sus padres. Fue entonces, cuando los mandó a llamar. "Ahí tuve la oportunidad de decirle todo lo que sentía. Esa experiencia fue muy importante porque ahí constaté que a ella le importaba un pepino que yo fuera gay, le daba lo mismo, el punto para ella era que nosotros estábamos separados".
Desde entonces, Camila, actualmente de 17 años, aprendió a vivir con naturalidad el tema de la homosexualidad. "Hace tres años me presenté como candidato a diputado por Santiago, pero antes de decidirlo le pregunté a Camila qué le parecía, porque yo estaría más expuesto, y por ende, también ella. Y me dijo: todas mis compañeras saben que eres gay, y no tengo ningún problema con ellas. Algunos compañeros lo saben y hay otros que echan tallas, pero ese problema no es tuyo, es mío. Yo tengo cómo enfrentarlo así es que no te preocupes de eso".
"Es mala onda cuando a los hijos se les oculta la realidad por temor a la discriminación. Mi hija entendió eso, pudo enfrentar a sus compañeras, a la sociedad, pero gracias a que tiene a su padre y madre que la apoyan".
Menciona que con su pareja decidieron no vivir juntos, aunque a veces éste se queda a alojar en su casa, donde logra establecer una muy buena relación con su ex pareja y su hija. "La relación ha sido súper buena porque yo creo que mi hija necesitaba esa cercanía conmigo. No siento malas vibraciones porque creo que lo fundamental en esto es poder entenderlo como seres humanos, con los rollos y contradicciones que cada uno tiene".
Una Madre Bisexual
"Nunca es tarde", comenta Tatiana con una voz picarona su experiencia de haberse reconocido como bisexual luego de haber estado casada durante 12 años. Sin embargo, los temas de las minorías sexuales nunca fueron ajenos para ella, ya que desde años es la encargada de Minorías Sexuales del Partido Comunista. De allí, a que tomara su experiencia con absoluta naturalidad.
Tatiana tiene dos hijos, con quienes ha tratado de tocar el tema con extrema naturalidad. Reconoce que nunca lo ha conversado formalmente sino que ellos se dieron cuenta solos. Con el de 17 años, por ejemplo, ese fue el proceso. Cuenta que siempre ha estado expuesta a los medios, sobre todo, desde que se produjeran temas de discriminación, ya que debido a su cargo político, los medios comenzaron a requerirla.
Por esa razón, una vez me pidieron una entrevista con mi hijo. "Le expliqué y le pregunté si sabía lo que era su madre. Y él me respondió que sí, que su madre era bisexual". Agrega: "he tratado de vivirlo lo más transparentemente, pero para mi, ni siquiera para el resto, porque sé que del resto algunos entenderán, pero otros igual te va a condenar".
Debido a que sus hijos han conocido siempre ha sabido el trabajo que realiza con las minorías sexuales, por lo tanto, el tema de la homosexualidad y del lesbianismo para ellos es parte de la vida cotidiana. "De hecho, es uno de los temas que él expone en su escuela, hace trabajos con sus compañeros, buscan información, investigan".
En el caso de su hijo de 11 años, explica que ha sido más fácil, porque en el colegio saben que es bisexual, desde los profesores hasta los apoderados y, trabajan el tema de la homosexualidad. "Son niños de 11 años, las niñitas ya están cambiando y estamos preocupados de que nuestros hijos vivan de la mejor forma su sexualidad". Y aunque nunca lo ha conversado frontalmente, cuenta que éste ha estado presente durante entrevistas.
"Yo no siento que uno tenga que sentarse a conversar con los niños de una cosa en específico, sino que tratar de conversarles de cosas generales, de enseñarles para que ellos tomen su camino. Ahora tampoco voy a permitir que mis hijos me cuestionen porque no me parece que los hijos tengan que cuestionar a los padres por nada".
Y sentencia "yo tengo cero rollo con que alguien me pregunte, porque no es un tema que se hable, que se discuta. Lo que no acepto es el cuestionamiento personal, porque yo no me meto en la vida privada de nadie, entonces nadie tiene el derecho a meterse en mi intimidad".

A veces la realidad de la familia se ve marcada por circunstancias que pueden ser mucho más profundas que una profesión o condición social, porque la homosexualidad es un tema que nuestra sociedad de una u otra forma señala con el dedo, cuestiona y hasta enjuicia día a día.
Es así que el ser padre o madre homosexual, y vivir con los hijos constituye una historia de vida donde diferentes rasgos como la valentía y la liberalidad se entremezclan de un modo que vale la pena conocer.
Una Familia Especial
La familia de Carlos es una de esas, que de seguro alguien muy conservador calificaría como "rara". Y ese calificativo, se aplicaría, principalmente, porque en su casa conviven Carlos, Mariana y Camila. Los dos primeros, son los padres de la tercera. Hasta ahí nada escapa de lo que se conoce como una familia "tradicional". Sin embargo, la sorpresa surge al saber que Carlos es homosexual y tiene una pareja hace bastante tiempo, no obstante, él vive en la misma casa con su ex pareja y la hija de ambos.
Una situación nada cotidiana para el común de los mortales, pero que los involucrados asumieron con madurez y respeto. Desde hace aproximadamente tres meses, Carlos volvió a vivir con su ex pareja y su hija. Claro que antes debieron superar el doloroso proceso de entender que el ex esposo y padre, tiene una opción sexual distinta.
Carlos cuenta que cuando decidió dejar su casa vivió una de las etapas más fuertes de su vida. En primer lugar, porque la decisión la tomaba por lealtad, por los cuestionamientos personales y afectivos que comenzó a experimentar, y en segundo lugar, porque dejaba a su única hija que tenía 5 años.
"Decirle a mi hija que me iba de la casa porque era gay no tenía ningún sentido, porque que ella no entendía eso". Sin embargo,y debido a la realidad que debió enfrentar, su madre decidió llevarla a terapia.
Cuando Camila tuvo 14 años, Carlos decidió contarle la verdad. Reconoce que lo hicieron porque la terapeuta de Camila se dio cuenta que el problema no lo tenía ella sino sus padres. Fue entonces, cuando los mandó a llamar. "Ahí tuve la oportunidad de decirle todo lo que sentía. Esa experiencia fue muy importante porque ahí constaté que a ella le importaba un pepino que yo fuera gay, le daba lo mismo, el punto para ella era que nosotros estábamos separados".
Desde entonces, Camila, actualmente de 17 años, aprendió a vivir con naturalidad el tema de la homosexualidad. "Hace tres años me presenté como candidato a diputado por Santiago, pero antes de decidirlo le pregunté a Camila qué le parecía, porque yo estaría más expuesto, y por ende, también ella. Y me dijo: todas mis compañeras saben que eres gay, y no tengo ningún problema con ellas. Algunos compañeros lo saben y hay otros que echan tallas, pero ese problema no es tuyo, es mío. Yo tengo cómo enfrentarlo así es que no te preocupes de eso".
"Es mala onda cuando a los hijos se les oculta la realidad por temor a la discriminación. Mi hija entendió eso, pudo enfrentar a sus compañeras, a la sociedad, pero gracias a que tiene a su padre y madre que la apoyan".
Menciona que con su pareja decidieron no vivir juntos, aunque a veces éste se queda a alojar en su casa, donde logra establecer una muy buena relación con su ex pareja y su hija. "La relación ha sido súper buena porque yo creo que mi hija necesitaba esa cercanía conmigo. No siento malas vibraciones porque creo que lo fundamental en esto es poder entenderlo como seres humanos, con los rollos y contradicciones que cada uno tiene".
Una Madre Bisexual
"Nunca es tarde", comenta Tatiana con una voz picarona su experiencia de haberse reconocido como bisexual luego de haber estado casada durante 12 años. Sin embargo, los temas de las minorías sexuales nunca fueron ajenos para ella, ya que desde años es la encargada de Minorías Sexuales del Partido Comunista. De allí, a que tomara su experiencia con absoluta naturalidad.
Tatiana tiene dos hijos, con quienes ha tratado de tocar el tema con extrema naturalidad. Reconoce que nunca lo ha conversado formalmente sino que ellos se dieron cuenta solos. Con el de 17 años, por ejemplo, ese fue el proceso. Cuenta que siempre ha estado expuesta a los medios, sobre todo, desde que se produjeran temas de discriminación, ya que debido a su cargo político, los medios comenzaron a requerirla.
Por esa razón, una vez me pidieron una entrevista con mi hijo. "Le expliqué y le pregunté si sabía lo que era su madre. Y él me respondió que sí, que su madre era bisexual". Agrega: "he tratado de vivirlo lo más transparentemente, pero para mi, ni siquiera para el resto, porque sé que del resto algunos entenderán, pero otros igual te va a condenar".
Debido a que sus hijos han conocido siempre ha sabido el trabajo que realiza con las minorías sexuales, por lo tanto, el tema de la homosexualidad y del lesbianismo para ellos es parte de la vida cotidiana. "De hecho, es uno de los temas que él expone en su escuela, hace trabajos con sus compañeros, buscan información, investigan".
En el caso de su hijo de 11 años, explica que ha sido más fácil, porque en el colegio saben que es bisexual, desde los profesores hasta los apoderados y, trabajan el tema de la homosexualidad. "Son niños de 11 años, las niñitas ya están cambiando y estamos preocupados de que nuestros hijos vivan de la mejor forma su sexualidad". Y aunque nunca lo ha conversado frontalmente, cuenta que éste ha estado presente durante entrevistas.
"Yo no siento que uno tenga que sentarse a conversar con los niños de una cosa en específico, sino que tratar de conversarles de cosas generales, de enseñarles para que ellos tomen su camino. Ahora tampoco voy a permitir que mis hijos me cuestionen porque no me parece que los hijos tengan que cuestionar a los padres por nada".
Y sentencia "yo tengo cero rollo con que alguien me pregunte, porque no es un tema que se hable, que se discuta. Lo que no acepto es el cuestionamiento personal, porque yo no me meto en la vida privada de nadie, entonces nadie tiene el derecho a meterse en mi intimidad".










