Hola, Bienvenido a OPEN YOUR MIND!



Si tienes alguna duda, mandame un mail!

¡Suscríbete a OPEN YOUR MIND!

Recibe en tu correo las últimas noticias del site. Sólo ingresa tu correo para suscribirte.

25 de octubre de 2008

Honestidad: Clave en las relaciones de pareja gay

0 Comentarios
¿Es la sinceridad una prioridad para el ambiente gay? ¿Se trata de una cuestión secundaria o de un problema que se acentúa cada vez más con el avance de la tecnología? ¿Te cuesta trabajo expresar tus sentimientos? Tal vez esto te sirva.

Sin duda, las peculiaridades de la cibernética (siempre escribo sobre el tema porque soy un usuario cotidiano), los mensajes telefónicos y las citas a ciegas ayudan a agravar la falta de espontaneidad permanente en el mundo actual; esa misma que lleva a confundir valores y respuestas, a tomar un gesto por otro, un silencio por un sí cuando tal vez sólo signifique un no y a confundir cosas que son tan simples si se tiene en cuenta la importancia que las palabras tienen.

Los seres humanos nos comunicamos de muchas otras formas más que los animales. Por ejemplo: hacemos gestos al hablar, algunos de los cuales son inconfundiblemente evidentes. Gestos con los que resaltamos un don más que importante y único: el de la palabra. También despedimos olores con los que seducimos o rechazamos según sea el caso; emanamos feromonas, estudiamos movimientos sensuales y provocativos, pero últimamente hemos elegido por sobre todas esas cosas el don de la palabra escrita, que por supuesto tiene una importante valía, pero que lleva consigo un riesgo: la mal interpretación.

En cualquier sitio de internet la palabra escrita se vuelve un cúmulo de fantasías, proyecciones e historias de vida que pueden terminar en la primera cita, en la segunda o seguir para siempre. Es el espacio ideal para quienes los otros medios de comunicación se dificultan de alguna forma.

¿Pero qué sucede cuando el contacto está hecho y cuando las cartas están sobre la mesa? Creo que en las parejas heterosexuales se dificulta menos el desarrollo de una relación después de la primera cita; en cambio y exceptuando que el flechazo o el enamoramiento sea realmente instantáneo, en las relaciones homosexuales el proceso puede ser mucho más largo, menos espontáneo, a veces dramático y a veces costoso, y me atrevería a decir que en la mayoría de las veces no es cien por ciento honesto. ¿Qué dificultad hay en expresar los sentimientos de una forma transparente?

Todos llegamos al primer encuentro de la misma forma: entusiasmados, emocionados, vibrantes, con ganas de que esta vez sea el elegido, pero en el ochenta por ciento de las veces sabemos a las claras qué es lo que sucederá: si de entrada no nos sentimos convencidos no pasará nada, nos despediremos prometiendo llamar pronto y llegaremos a casa a iniciar una nueva sesión de Chat. Si por el contrario, en ese primer encuentro sentimos que por fin es el elegido, entonces si estamos frente a un problema.

Y digo problema porque lo convertimos en eso, nos cuesta mucho trabajo expresar nuestros auténticos sentimientos. Necesitamos seguir con la pose. ¿Por cuánto tiempo? Es cierto que el periodo de la conquista es el más lindo, el mal aliento matutino y el mal carácter no es lo que buscamos de manera directa, claro que no, pero dependiendo de la edad ¿no sería mejor abreviar ciertos caminos que ya no son los que nos corresponde transitar?

En mi forma de ver las situaciones, cuando alguien te gusta no debes dudar en decirlo y más a medida que la relación fluye. Esperar para decir qué es lo que nos gusta o qué no nos gusta de una persona es más una utopía que una realidad. El otro no cambiará conforme a nuestros gustos y menos si no está enterado de ello. La honestidad debe ir de la mano desde el primer día, la franqueza también, nos asuste o no. Si alguien nos gusta qué perdemos en decírselo, nada. Sólo ganamos tiempo. Tiempo que podemos disfrutar con él y que nos hará crecer. Apurar las situaciones tiene sus riesgos pero estirarlas dramáticamente también.

Esto viene a cuento por la tan mentada frase del chat, muy empleada entre los contemporáneos que dicen “no busco nada realmente pero si de da algo…”. Las peras se dan en los árboles igual que las manzanas, pero debemos buscarlas para comerlas, debemos tocarlas, olerlas y tomarlas si las queremos para nosotros. Si están verdes o el sabor bajo su cáscara más allá de su apariencia no nos gusta, pues es que no son para nosotros esta vez, pero sólo lo sabremos si vamos por ellas.

En la mayoría de las relaciones, y en especial, en algunos países, parece ser que el esperar o el sometimiento es una cuestión cultural. En otros, el choque del primer día es más efectivo, no hay sorpresas, no hay dudas, no me conquistan tus zapatos nuevos sino tus valores buenos que sobresalen de los malos.

Tal vez el tema esté en dejar la edad de la inocencia para aquellos chavos que son inocentes todavía, si es que los hay y emplear la sinceridad desde las primeras letras para los ya entrados en años. Solamente es cuestión de estar dispuestos a recibir esa sinceridad de la misma forma que la damos sin dolor, sin lastimar y sin cuestionar. Sólo es cuestión de ser nosotros mismos, de abrirnos a la otra persona de la forma más espontánea posible, donde el tiempo que fluye es disfrutado y donde el otro conoce nuestras intenciones desde un comienzo y entonces el esperar se convierte en un vivir, en un disfrute y en un regalo de la vida, ya que no hay nada que esperar: ya dijimos y dijeron lo que se siente.

Ser auténticos es la única premisa en esta y en todas las relaciones de la vida desde el primer día. En definitiva por eso venimos luchando.


Fuente: Anodis


Gracias por leer la nota, ahora puedes hacerme una pregunta, o simplemente dejar tu comentario a cerca de la nota.
Tu comentario es importante.
Muchas gracias y hasta pronto.