
Las personas que durante la niñez se sintieron rechazadas por culpa de su sexualidad son 8,4 veces más proclives a intentar suicidarse y 6 veces más propensos a sufrir depresiones.
También están 3,4 veces más predispuestos a consumir drogas y a tener sexo sin protección.
El estudio concluye que la homofobia de los padres compromete dramáticamente la salud de los hijos homosexuales o bisexuales.
Fuente: AmbienteG