En la Municipalidad ahora hay una oficina destinada a las minorías sexuales que, en su primera semana, recibió una treintena de consultas y quejas. Entre otras cosas, el municipio prevé realizar un censo de minorías sexuales. Sentada en el escritorio, que empezó a ocupar en el área de Derechos Humanos, Eliana Alcaraz (42) dijo: "Me han llamado travestis pobres pidiendo ayuda social y trabajo. También me han dicho de malos tratos de la Policía".
"Yo sé de eso, porque a mí me tocó vivirlo. Ahora te dicen ‘señora’, por ejemplo, cosa que antes no pasaba. Te detenían sólo por tener ropa de mujer, te cortaban el pelo y te dejaban muchos días para que te creciera la barba y así ellos se reían de vos. Te decían pu..., arriba hi... de p... Yo caí muchas veces por prostitución. Les aconsejo a las chicas que no se dejen basurear, pero que nunca agredan", explicó Alcaraz.
Por otro lado, admitió: "Hay travestis que tienen malos comportamientos. Han llegado quejas porque algunas venden drogas y otras hacen obscenidades en la calle, particularmente en el bulevar Roca. Me estoy ocupando de eso y no me va a temblar la mano si es necesario hacer una denuncia. Porque tenemos que ganarnos el respeto de la gente".
Apuntó que hubo insultos de vecinos del bulevar que están molestos por el mal comportamiento de los travestis. "Yo los atiendo, lo único que les pido es que lo hagan con respeto. Así como lucho por la defensa de los derechos de mis chicas, también voy a preservar los de los demás. No puede ser que les ensucien con materia fecal, les orinen las paredes, les dejen preservativos o se droguen en las veredas".
Señaló que en estos días tuvo también muestras de apoyo. "Hay gente que me llamó o me paró por la calle para alentarme. Veo que hay mucha identificación". Sin embargo, indicó: "También están los que critican, muchos de los cuales consumen la prostitución". Y agregó: "A las plantas cuando no se les cortan las raíces, salen. Y a mí me dejaron salir. No voy a parar, porque existo, soy como soy. Y hay muchas personas como yo que necesitan ser escuchadas. Estoy segura de que éste es un camino de ida y que nos vamos a integrar, aunque a algunos no les guste".
Sobre su arribo al palacio municipal, contó: "Vine, pedí audiencia a este intendente, porque el anterior nunca me recibió. Le dije de mi condición y mis ganas de ayudar a otras travestis para que puedan cambiar sus vidas. Y le propuse trabajar desde acá para hacer prevención de VIH y recibir las demandas no sólo de las travestis, sino también de los gays, lesbianas y meretrices".
Frente a una computadora y rodeada de variados folletos sobre sida, prevenciones y derechos a defender, afirmó: "Para que dejen la prostitución hay que ayudarlas a conseguir un trabajo. No podemos ir a cortar yuyos. Tenemos necesidades especiales, nos vestimos como sentimos, y deseamos que nos traten acorde a eso".
Y siguió: "Estoy contactada con la Asociación Travestis, Transexuales y Transgéneros Argentinas (Attta), que trabaja en colaboración con el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), y encontramos mucha sintonía entre mis ideas y sus proyectos que están desarrollando en Córdoba. Antes de ocupar este lugar en el municipio, yo trabajaba en mi casa".
Eliana tiene una larga trayectoria de trabajo social en su barrio. Primero en el Santa Rosa y, luego de la relocalización, en las 400 viviendas. "Soy una erradicada", dice con sorna. Y remarca: "Me preocupan el VIH y las enfermedades venéreas. He buscado toda la información que pude y se la he ido pasando a las chicas. También he ido a entregarles preservativos. Y el sábado saldremos de nuevo, esta vez con personal municipal, y vamos a agregar folletos".
Planea operarse
Eliana está tramitando el cambio de identidad. "Quiero tener el documento con mi nombre, que es Eliana Stefany Alcaraz, pero no estoy desesperada, porque todos ya me conocen así. Los únicos que me llaman con el nombre del ‘finado’ son un hermano mayor y dos tías. Yo soy una mujer, con el perdón de las mujeres. No tengo pelos en las piernas, mi voz no es de hombre, ni tampoco mi fisonomía. Me hice implante de pechos. Y más adelante me voy a operar los genitales", señaló.
Hace 22 años que está en pareja. Sobre cómo encontró el amor, dijo: "Fui la primera travesti que trabajó en El Arroyito –ahora avenida Jaime Gil–. Eran casitas de prostitución y había una mariquita, que terminó siendo mi cuñada. Me invitó a cenar, vivían todos en una pieza. Ahí conocí a Osvaldo, y desde entonces estamos juntos. Nos cuidamos el uno al otro. Él es peón de albañil. Le molestaba que fuera prostituta, pero seguí un tiempo porque era la forma de no pasar necesidades, como cuando era chica. Con eso pude ayudar a mis hermanas: dos de ellas fueron a la universidad".
Es la cuarta de nueve hermanos. A los 13 años dejó los pantalones por las polleras y se fue de Vicuña Mackenna, su lugar natal, al que volvió a los 20, ya con su pareja. "Mi medio de vida hasta hace seis años era la prostitución. Nunca me gustó. Yo llegaba de trabajar y estaba una hora enjabonándome. Cuando era adolescente, iba al cementerio para maquillarme y ponerme la ropa de mujer, que les sacaba a mis hermanas", cuenta Eliana.
Contacto
La atención al público es de lunes a viernes, de 14 a 20, en el primer piso de la Municipalidad. Los teléfonos son: (0358) 467-1130 y 154-180529.










