La Cámara de Representantes de EEUU respaldó ayer miércoles la modificación de la ley federal de crímenes de odio, que data de 1969, para incluir los crímenes cuyo móvil sea la orientación sexual o identidad de género, lo que permitiría a las autoridades federales involucrarse en aquellos crímenes homófobos o tránsfobos que las autoridades locales decidan no perseguir. Otra consecuencia importante sería la obligación por parte del FBI de hacer un seguimiento de los crímenes contra personas transexuales (actualmente no hay estadísticas federales al respecto).En 2007, la Cámara aprobó una legislación similar, conocida popularmente como ‘el Decreto Matthew Shepard’, en memoria del joven homosexual asesinado y torturado en 1998, pero el presidente Bush la boicoteó anunciando su veto si salía adelante en el senado.
En la mañana de ayer, el Presidente Obama se dirigió al Congreso, apremiando a todos sus miembros a respaldar esta iniciativa legal, y pidió al Senado que, de ser aprobada, la llevara a término con diligencia.
La congresista republicana por Carolina del Norte Virginia Foxx negó durante su intervención, contra todas las pruebas, muchas de ellas irrefutables, que Matthew Shepard fuera asesinado por ser gay, y calificó como una ‘broma pesada’ que se utilizara su muerte como excusa para esta ley cuando, según ella, ‘fue asesinado durante el curso de un robo’. Todo ello delante de la madre de Matthew Shepard, que se encontraba presente en calidad de presidenta de la Fundación que lleva el nombre de su hijo. Las palabras de Judy Shepard: ‘Esta ley es un paso crítico para borrar el odio que ha devastado ya a demasiadas familias’ no parecieron surtir gran efecto con el piadoso corazón de la señora Foxx.
Para los que no conozcáis la historia de Matthew Shepard, aquí os dejo un resumen:
Matthew Shepard era un chico gay de 21 años que en 1998 estudiaba Ciencias Políticas en Wyoming. Una noche Matthew fue atacado, robado y torturado por dos sujetos que se hicieron pasar por gays para entablar contacto con él. Su cuerpo fue encontrado muchas horas después, crucificado en la valla de una granja. Matthew seguía todavía vivo, pero falleció pocos días después a causa de lesiones irreversibles. Según declararon las entonces novias de los asesinos, fue un crimen premeditado. Las dos chicas también declararon que no estaban bajo el efecto del alcohol y las drogas. Las únicas partes de la cara de Matthew que no estaban cubiertas de sangre fueron aquellas donde las lágrimas la había limpiado.
Fuente: Dos Manzanas










