
El pasado año 2006 varios policías argentinos privaron de libertad a decenas de personas reunidas en un local de ambiente, de forma totalmente ilegal, careciendo de los permisos necesarios para llevar a cabo dicha acción.
Los responsables fueron seis agentes de policía que ahora están siendo juzgados por los tribunales del país.
Los agentes quitaron la música y obligaron a todos los clientes del local a permanecer, durante una hora, pegados a la pared.
La Sala VII de la Cámara del Crimen ha postergado su veredicto acerca del caso hasta el próximo 2 de mayo.
Fuente: Universo Gay