El primer ministro británico, el conservador David Cameron, ha ofrecido este miércoles la que es su segunda recepción a representantes de la comunidad LGTB del Reino Unido con motivo del Orgullo LGTB, en la que ha prometido un mayor compromiso de su Gobierno en la lucha contra la homofobia en África. Cameron consolida, de esta forma, la tradición iniciada en 2009 por su antecesor, el laborista Gordon Brown.Además de referirse a África, Cameron insistió en la necesidad de luchar contra el bulliyng homofóbico y la homofobia en el deporte. El primer ministro conservador tuvo palabras de agradecimiento a la herencia laborista por lo que a los derechos LGTB se refiere, herencia que ha permitido que el Reino Unido haya obtenido el primer puesto de la clasificación recientemente elaborada por ILGA Europe, algo que el propio Cameron remarcó (clasificación que, recordemos, otorgó el segundo puesto a España y a a Suecia empatadas a puntos). Cameron también se refirió a la posibilidad de que puedan celebrarse uniones civiles entre personas del mismo sexo en iglesias, una posibilidad ahora prohibida y que el Gobierno quiere permitir (el proyecto ya fue aprobado por la Cámara de los Lores el año pasado). En cambio, no dedicó ni una palabra a la posible aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, meses después de que los medios de comunicación británicos hablaran de un proyecto en ese sentido.
Entre los asistentes a la recepción ofrecida en el número 10 de Downing Street se encontraban activistas LGTB (como el presidente ejecutivo de Stonewall, Ben Summerskill) y personalidades conocidas, entre ellas deportistas como Gareth Thomas (el jugador de rugby galés que sorprendió a la opinión pública británica al revelar su homosexualidad a finales de 2009) y Ben Cohen (también jugador de rugby, en este caso heterosexual, pero especialmente comprometido en la lucha contra la homofobia en el deporte).
No estuvieron presentes el prestigioso actor Ian McKellen, abiertamente gay, cuya asistencia era una de las más esperadas pero que al final no pudo acudir, ni el activista Peter Tatchell, muy crítico con la clase política británica por no abordar de una vez por todas la aprobación del matrimonio igualitario, y que no fue invitado por tercer año consecutivo. “Tendrán sus razones. Quizá es que soy una fuente de problemas. Pero puede asegurar que iría y me comportaría de la mejor manera”, ha ironizado.
Fuente: Dos Manzanas










