
El mercado de los juguetes eróticos se ha convertido en uno de los universos que más ha crecido en los últimos años. El uso de estos “aparatos” se consideraba poco más que de depravados sexuales. Sin embargo, cada vez es más común que las parejas hagan uso de ellos para fomentar sus relaciones íntimas.
Más allá de las sensaciones placenteras que puedan generar entre los usuarios, los juguetes para adultos tienen aplicaciones concretas para la salud física y mental de las personas.
Salud y placer
Las ergonomías, el control eyaculatorio, el fortalecimiento del suelo pélvico así como el correcto uso de aceites y lubricantes, son temas específicos en los que hombres deben tomar conciencia para mejorar o disfrutar aún mas de su sexualidad.
Si bien es cierto que el consumo se ha elevado, tampoco debemos olvidar que hace décadas se utilizaban en “secreto”, juguetes fabricados de forma casera para encontrar el placer que sus parejas no conseguían darles. Los consoladores, por ejemplo, ya los utilizaban en la época victoriana a finales del siglo XIX.
Qué hacer y cómo hacerlo
Los más habitual, en cuanto a la utilización de juguetes, es hacerlo a solas, durante la masturbación y provocar más placer sexual, pero también se suelen utilizar en pareja durante el acto para mejorar las relaciones, tanto desde un punto de vista de aumento del gozo como para satisfacer fantasías sexuales.
Esto productos son aptos para todos los públicos. No es necesario ser un gran conocedor de las artes amatorias para hacer uso de este tipo de artículos. Sólo es necesario un poco de imaginación y ganas de experimentar cosas nuevas.
Un juguete sexual no tiene por qué entenderse como un sustituto, sino como un complemento. Los juguetes forman parte de una sexualidad completamente sana, y es una opción individual o de pareja el utilizarlos o no.
Está bastante extendida la idea de que sólo los homosexuales emplean este tipo de juguetes y de manera muy frecuente. Lo cierto es que estos juguetes son utilizados por gays y heterosexuales sin distinción, y el hecho de ser gay o lesbiana, no implica necesariamente la necesidad de juguetes sexuales para mantener relaciones: algunos los usan y otros no.
Fuente: Puebla Gay










