Para demostrarlo, los demandantes presentan una casuística muy variada: desde un hombre que argumenta que le denegaron la posibilidad de tomar una decisión urgente sobre la salud de su pareja, hasta una mujer que se enfrentó a múltiples obstáculos legales para poder adoptar al hijo de la suya, pasando por una cancelación de un seguro médico familiar… En definitiva, diversos episodios de discriminación que supuestamente la ley de uniones civiles de Nueva Jersey debería haber eliminado.
Se da la circunstancia de que la propia Corte Suprema del estado ordenó en 2006 equiparar los derechos de las parejas del mismo sexo a los de las parejas heterosexuales casadas, sin especificar la vía. Los legisladores del estado respondieron al mandato judicial creando una ley de uniones civiles, pero dos años después una comisión delegada encargada de evaluar el funcionamiento de ésta determinó por unanimidad que la existencia de dos categorías jurídicas distintas promovía un tratamiento diferenciado hacia las parejas del mismo sexo y sus hijos.
Una valoración unánime que no fue suficiente para que los legisladores de Nueva Jersey aprobaran una ley de matrimonio, pero que supone un interesante antecedente cara a la reapertura de la vía judicial. Una vía que ya se quiso reabrir hace año (en dosmanzanas recogimos la noticia) pero entonces se recurrió al hilo de la demanda previa que motivó el fallo de 2006, un procedimiento que la Corte Suprema rechazó. Es por eso que la nueva demanda parte ahora de cero.
Fuente: Dos Manzanas