
Según la Howard League, el hecho de enviar a reclusos a unidades para persones vulnerables con el propósito de protegerlos, junto con pederastas y chivatos, da alas a estereotipos falsos y peligrosos sobre la homosexualidad. Según un recluso bisexual, “[me] han segregado del resto de presos y me han hecho cortes en la espalda con una cuchilla. Me amenazan con golpearme si voy a las duchas, y algunos quieren favores sexuales. No podemos denunciarlo, porque entonces seríamos vistos como chivatos y nos atacarían.”
El estudio sale a la luz en un momento en que el sistema penitenciario se dispone a tomar medidas contra crímenes de odio por cuestiones de raza, religión y discapacidad, de acuerdo con las leyes de igualdad que entrarán en vigor el próximo abril. Para la ONG detrás del estudio, es imposible estimar el alcance real de la violencia homofóbica, debido a una política tácita de silencio, ” [pero] sabemos que la violencia homofóbica contra reclusos LGTB por parte de los funcionarios de prisiones y de otros reclusos es endémica. [...] Los débiles y vulnerables son objetivo de los que buscan comprar favores sexuales u obtenerlos a cambio de mercancías, drogas o protección. Los propios funcionarios les recomiendan “ocultar la pluma” como estrategia de supervivencia.” Según el colectivo LGTB Stonewall, 5000 de los 88115 presos de Inglaterra y Gales serían homosexuales o bisexuales.
Fuente: Dos Manzanas