Una pareja de tres miembros

La otra noche cené con un amigo que ha incorporado un tercero a su relación. Es como un novio de la pareja, ya que comparten no solo la cama sino también afectos. No es la primera vez que escucho el tema, aunque si fue la primera que tuve la oportunidad de preguntar qué resortes llevaban a esto. Yo veía, o veo, al tercero como un inmigrante sin papeles ni derechos dentro de la relación. Llega a un vínculo más solido, donde hay espacios que nunca va a compartir. Mi amigo me lo confirmó. Me dijo que eso debe estar claro.Mi pregunta fue si el tercero llena espacios que ellos no han podido satisfacer o abre nuevos horizontes afectivos. No hubo una respuesta clara. En cualquier caso, me parecía más coherente, o menos descabellado, en aquellas parejas donde ya solo queda la resignación y que como barco que no se hundió, pero que navega a la deriva en el mar de las emociones, incorporan un tercero para traer algo de vida.

La moral es algo que todo los días se crea, se cuestiona, se valida o se cambia...

En el caso de mi amigo que solo lleva un año y medio, el ve la incorporación del tercero como un estadio superior de la pareja abierta. Como un síntoma de madurez cuando en la pareja (entre dos, valga la aclaracion), el sexo tiendo a disolverse en una fraternidad que fragua el vinculo mutuo. Con sus explicaciones, me vino entonces a la mente, las primeras mujeres que trabajaron fuera de su casa, o usaron pantalones, o los primeros gays que lucharon por sus derechos. La moral es algo que todo los días se crea, se cuestiona, se valida o se cambia. Yo, en cualquier caso, insití en las desventajas del tercero, su ración afectiva siempre estara limitada. Se puede enamorar más y mal, sobrepasar la porción que le es otorgada. Mi amigo recalcó que eso debe saberlo el tercero que llega, lo que me pareció egoísta de su parte.

Curiosamente, el tema no se tomó de forma descabellada cuando lo comenté entre amigos heterosexuals. Muchos compartieron experiencias de miembros de su familia que han tenido dos mujeres y ambas lo sabían. Claro, nunca una mujer que tuvo dos maridos ambos lo suìeron. Hay algunos que son felices así, que tampoco quieren un vinculo mas alla; o simplemente se resignan, como tantos resignados se encuentran dentro de parejas entre dos. En algunas partes del mundo, nadie se horroriza por ver dos hombres besandose en la calle, en otras; te llevan preso. Sucederá lo mismo cuando sean tres…

En el caso de mi amigo que solo lleva un año y medio, el ve la incorporación del tercero como un estadio superior de la pareja abierta. Como un síntoma de madurez cuando en la pareja (entre dos, valga la aclaracion), el sexo tiendo a disolverse en una fraternidad que fragua el vinculo mutuo. Con sus explicaciones, me vino entonces a la mente, las primeras mujeres que trabajaron fuera de su casa, o usaron pantalones, o los primeros gays que lucharon por sus derechos. La moral es algo que todo los días se crea, se cuestiona, se valida o se cambia. Yo, en cualquier caso, insití en las desventajas del tercero, su ración afectiva siempre estara limitada. Se puede enamorar más y mal, sobrepasar la porción que le es otorgada. Mi amigo recalcó que eso debe saberlo el tercero que llega, lo que me pareció egoísta de su parte.

Curiosamente, el tema no se tomó de forma descabellada cuando lo comenté entre amigos heterosexuals. Muchos compartieron experiencias de miembros de su familia que han tenido dos mujeres y ambas lo sabían. Claro, nunca una mujer que tuvo dos maridos ambos lo suìeron. Hay algunos que son felices así, que tampoco quieren un vinculo mas alla; o simplemente se resignan, como tantos resignados se encuentran dentro de parejas entre dos. En algunas partes del mundo, nadie se horroriza por ver dos hombres besandose en la calle, en otras; te llevan preso. Sucederá lo mismo cuando sean tres…





Fuente: OcioGay