Martín Dutelli, un lector amante del cine, la literatura, la música, esta vez, cuenta su experiencia frente a la pantalla grande, esas salas que frecuenta desde la adolescencia y que, admite, le permite sentirse menos solo.
Recuerda una de sus excursiones solitarias al cine allá por su adolescencia. Rememora una de sus películas favoritas, un clásico: Maurice (1987). Lo movilizó mucho en su momento, luego volvió a verla una y otra vez. “Es una buena historia para empezar a entender lo que nos pasa y lo que tuvieron que sufrir los homosexuales que nos precedieron”, dice.
Abriendo la puerta del placard
por Martín Dutelli
A mis 17 años yo solía salir solo. Estaba en búsqueda de identidad y de señales. Por entonces, veía mucho cine. Así me sentía menos solo.
Recuerdo que una película que fui a ver casi sin saber de qué trataba fue Maurice. Una película inglesa del año 1987, basada en la novela de E. M. Forster que lleva el mismo nombre, y dirigida por James Ivory. Cuenta con las actuaciones de James Jonathon Wilby (quien ganó el premio como mejor actor del Festival Internacional de Venecia por su protagónico en Maurice) y un Hugh Grant recién iniciado en la pantalla grande.
La historia transcurre a principios del siglo XX en Inglaterra. Dos muchachos que se conocen en la universidad y se hacen amigos. Al principio los dos muestran mucho interés el uno por el otro. También aparece un personaje, compañero de lecturas, que se ve, de alguna manera, homosexual aunque no abiertamente.
Casi por accidente, como un juego nomás, empiezan las caricias y los besos entre ellos. Momentos en que descubren un mundo nuevo. Se escapaban del recinto para amarse amargamente en los campos desolados. A Maurice (James Wilby) al principio le costó entender lo que pasaba, se escondía en su propio clóset cuando Clive Durham (Hugh Grant) le confesó su amor. Gradual y sorpresivamente, ellos iban creciendo y, por cosas del destino, Clive se refugió en la heterosexualidad mientras Maurice buscaba la cura.
La película está repleta de escenas maravillosas, buenas actuaciones y los sucesos son muy reales. Se describe una Inglaterra represora, en la época en que se condenaban a las personas por ser homosexuales. Una época muy difícil en la que ni siquiera se planteaba una lucha posible.
Es la historia del amor apasionado entre varones. El filme es impecable. La verdadera historia del amor prohibido. Es una buena historia para empezar a entender lo que nos pasa y lo que tuvieron que sufrir los homosexuales que nos precedieron.