Hola, Bienvenido a OPEN YOUR MIND!



Si tienes alguna duda, mandame un mail!

¡Suscríbete a OPEN YOUR MIND!

Recibe en tu correo las últimas noticias del site. Sólo ingresa tu correo para suscribirte.

8 de junio de 2012

Connecting People

0 Comentarios
Hay muchas formas de conectar con una persona. Echando un quiqui desproporcionadamente placentero, hablando sin parar durante quince horas seguidas o sintiendo algo superchuli y muy parecido al amor. Esta semana presentamos las tres conexiones esenciales: la física, la intelectual y la emocional. Tía.

Conexiones, esa palabra tan chupiguay y que está tan de moda últimamente. Conectar es una cosa muy común entre los seres humanos (y entre los maricones, que también somos seres humanos. Sí, tía, aunque Rouco Varela diga otra cosa). Somos necesarios los unos para los otros y de vital relevancia para nuestras existencias. Nos pasamos la vida en conexión con otras personas. Unas veces es para algo sencillo como cuando conectamos con el charcutero en el súper para comprar 100 gramos de chorizo pamplonica. En otras ocasiones, la conexión es ligeramente más profunda y confluimos con otras personas para formar lo que se conoce como relaciones personales.
Que estamos obsesionados con conectarnos a otras personas es algo tan evidente como que Mariah Carey está loca del coño o que Madonna se macera cada noche en formol mezclado con sangre de vírgenes suicidas para conservar su juventud. Se nos va la vida en “conectar” con otras personas (sobre todo con muchachotes más ricos que los helados en verano, llenos de músculos y cosas; no nos engañemos). Y cuando nos llevamos medianamente bien con alguien o cuando nos comemos el hocico con un tío que nos parece superguay, esgrimimos esa expresión que queda tan chachi de “¡hemos conectado!”. Pero ¿qué significa esto? ¿Hemos conectado porque mientras yo mordía la almohada él nos daba besitos en la nuca? ¿Hemos conectado porque nos pasamos toda la madrugada hablando mientras las horas iban transcurriendo sin que nos diéramos cuenta y sin que hubiera un solo silencio incómodo entre nosotros? ¿Hemos conectado porque él es Libra, yo Sagitario, y todo el mundo sabe que se trata de dos dignos megacompatibles y que según los astros estamos destinados a salvar a la especie fornicando como si nunca fuera a volver a salir el sol? ¿Hemos conectado porque, básicamente, me entró a la primera sin lubricar ni nada?

Y es que lo de conectar es muy relativo y depende mucho del concepto que tenga cada uno. Sin embargo, mi equipo técnico y yo (es decir, yo y yo) hemos llegado a la cientifiquísima conclusión de que existen tres tipos básicos de conexiones entre personas de cualquier índole y procedencia. A saber:

1. Conexión física: no creo que haga falta especificar mucho sobre la conexión física. Cuando una persona te pone burraca perdida, cuando hay feeling en la cama, cuando imaginarla desnuda hace que se te salten los empastes de golpe, cuando lo único en lo que piensas cuando estás con esa persona es en follar como auténticos animales en un documental del National Geographic, eso es que has conectado físicamente, querida. 

Las conexiones físicas ocurren a todas horas, en todas partes y son taco de importantes. Hay relaciones que se sustentan únicamente porque hay una conexión física muy fuerte, una atracción física irremediable e irrepetible entre las dos personas. No sabes la cantidad de parejas que conozco yo que aunque se llevan de pena y se pasan el día tirándose los trastos a la cabeza, ni se plantean dejarlo porque en la cama se dan mucho gustito. Es más, cuando veas a dos peleándose sin plantearse cortar la relación, pregúntales qué tal les va en la cama. Si no te sueltan un sopapo por indiscreta y por guarra, seguro que te responden que ven estrellitas de colores y que en cuanto cierran la puerta del dormitorio se les aparece Ricky Martin en pantalones de ciclista lamiendo una piruleta. De fresa. 

2. Conexión intelectual. El otro día me preguntaron si yo podría enamorarme de alguien que pensara de un modo totalmente opuesto al mío. Porque mira, tía, yo también mantengo conversaciones profundas a menudo, cada tres sábados o así. Naturalmente, respondí que no creía que eso fuera posible. La conexión intelectual es crucial: encontrar a alguien a quien le interesen las mismas cosas que a ti y que vea la vida de una manera parecida es lo que hace que esa persona te interese más o menos, que te apetezca compartir cosas con ella y que decidas incluirla en tu vida de manera continuada en el tiempo. Está claro, si nos llevamos a matar y no estamos de acuerdo en nada, que te aguante tu madre, yo no tengo ganas. La conexión intelectual permite aunar esfuerzos para llevar a cabo cantidad de proyectos y es la que hace que no nos sintamos unos bichos raros y que nuestras opiniones e ideas se vean respaldadas y buena parte de nuestra personalidad reforzada.

Además, la estimulación intelectual también existe. A pesar de que vivimos en un mundo en el que se prima lo físico y la imagen por encima de todo, también se puede poner jachondo perdido a alguien mediante el intelecto, a través de una conversación agradable, de un flirteo más o menos elaborado o mediante el ingenio, el humor, el desparpajo y todos esos rasgos que se nos olvidan con frecuencia. Aunque se nos llena la boca cuando nos preguntan por nuestro príncipe azul y contestamos que ha de ser “inteligente, simpático, amigo de sus amigos y con sentido del humor”. Al final, para más de uno y de dos, con que tenga un buen manubrio vale; lo de responder haciendo referencia a la simpatía y todo eso es para no quedar como una zorra. Explorar la estimulación intelectual es guay, yo se lo recomiendo a todo el mundo. Pues anda que no he ligado yo veces con la filosofía de "yo no soy guapo, pero tengo desparpajo".

3. Conexión emocional. No podía faltar el área de las emociones y los sentimientos. Es la más buscada (y la más difícil de encontrar). Requiere de cierto tiempo (aunque hay quien se enamora a los cinco segundos) y de una afinidad a la hora de concebir las relaciones por parte de las dos personas implicadas en la conexión. O sea, que si yo pienso que los amigos son muy importantes y hay que cuidarlos, pero tú piensas que los amigos son esas personas que te solucionan la vida y a las cuales puedes darles una patada cuando dejes de necesitarlos, no creo que vayamos a conectar emocionalmente (porque muy probablemente, te mandaré a lamer ojetes de poni a la mínima de cambios). 

Cuando hay conexión emocional surgen relaciones sumamente profundas, se tiene afecto por la persona y éste es correspondido. O sea, si tú quieres a Feldespato, pero a éste le importa tanto tu existencia como la existencia de la cucaracha sureña, esto no es una conexión emocional, sino una simple paja mental por tu parte. La conexión emocional, el entendimiento a nivel de afectos, ha de producirse entre dos de manera recíproca. Un toma y daca, de toda la vida, un trueque de emociones y sentimientos.

Estas tres conexiones que nos traen por el camino de la amargura tienden a confundirse. A veces alguien nos gusta mucho físicamente (nos pone cerdacos) y nos empeñamos en conectar emocionalmente. Mucha gente piensa que el amor es una conexión emocional y nada más, por ejemplo. Otros consideran que la conexión intelectual solo ha de darse con los amigos. Todo es cuestión de lo que cada uno crea y de cómo se lo monte.

Yo pienso que a la hora de echarse un novio lo ideal es conectar de las tres maneras. Está claro, sé lo que estáis pensando: “pues anda que no es difícil”, “cualquiera lo encuentra”, “no ha visto películas el gilipollas este”, “me encantas, Carlos, eres el hombre perfecto y voy a ingresarte todo mi dinero en una cuenta”. Es normal y tenéis algo de razón. Los seres humanos tienen infinidad de incompatibilidades entre sí. Es mucho más sencillo no conectar que conectar, o llegar a conectar en una sola vertiente. 

Encontrar a alguien con quien conectar de manera física, intelectual y emocional es harto improbable. Pero improbable no quiere decir imposible.


Fuente: Universo Gay

Gracias por leer la nota, ahora puedes hacerme una pregunta, o simplemente dejar tu comentario a cerca de la nota.
Tu comentario es importante.
Muchas gracias y hasta pronto.