
La Wikipedia dice: "La comunidad de osos es una subcultura dentro de la comunidad gay. Se trata de un movimiento alternativo nacido como respuesta al prototipo de belleza masculina imperante en la sociedad, consistente en dar gran importancia al cuerpo joven, esbelto y depilado o sin vello, y que es ensalzado en la publicidad y los medios de comunicación de masas. Sin embargo muchas personas no se identifican con ese estereotipo, sino con atributos muy diferentes: la barba, el cuerpo velludo, la madurez, la corpulencia, o la barriga pueden ser también objeto de deseo."
En diferentes páginas me he topado con acalorados debates sobre lo que es un oso. Algunos defienden la postura de que ser un oso depende no sólo de una apariencia física robusta, ruda, madura o hirsuta, sino principalmente de actitudes viriles. Incluso algunos argumentan que es todo un estilo de vida y, que por el simple hecho de sentirse identificado con lo osos, se puede pertenecer su comunidad y asumirse a sí mismo como un de ellos.
La definición de oso puede ser muy flexible y cada quien puede elaborar la que mejor le parezca. Sin embargo, creo que la apariencia física sí es determinante para decir si alguien encaja o no en la descripción de OSO.
Hace un par de meses escribí un breve post sobre los Osos, donde, además de relatar una fiesta ursina, trataba de explicar con palabras simples las divisiones que existen dentro de la masculina y peluda subcultura gay: chubby, daddy, bear, cachorro, chaser, nutria, papa-oso, polar y un largo etcétera... ¡Chanfle! Al principio hasta yo me confundía.

Cuando la gente me cuestiona sobre mi preferencia por los osos, les contesto que me atraen porque representan un extremo de la virilidad, porque tienen una apariencia ruda, nada delicada y físicamente son lo contrario a lo femenino (si me atraen los hombres, entonces entre más masculino es mejor, creo yo). Y si me dicen que por qué me gustan si yo no soy físicamente un oso, respondo que justamente por eso, porque los polos opuestos se atraen y porque las mezclas siempre son más interesantes: Polo positivo-Polo Negativo, Maduro-Joven, Oso-Chaser.. .
UN POCO DE HISTORIA...
El fenómeno social de los osos surge a finales de los años ochenta, dentro de la comunidad gay de San Francisco (California, EE.UU.). Se trata de un movimiento alternativo nacido como respuesta al prototipo de belleza masculina imperante en la sociedad, consistente en dar gran importancia al cuerpo joven, esbelto y depilado o sin vello, y que es ensalzado en la publicidad y los medios de comunicación de masas.
Sin embargo muchas personas no se identifican con ese estereotipo, sino con atributos muy diferentes: la barba, el cuerpo velludo, la madurez, la corpulencia, o la barriga pueden ser también objeto de deseo. De esta manera, los osos han ido saliendo de sus cuevas poco a poco para mostrarse orgullosamente, encontrando rendijas que van más allá de la publicidad o la moda.
La primera publicación que se dedicó a difundir el mundo de los osos fue Bear Magazine, a partir de un grupo de personas que se reunían en el Lone Star, un bar de moteros de San Francisco. Lo que en principio era un pequeño movimiento de la subcultura gay de esta ciudad se fue extendiendo con el boca a boca a otras regiones, así como con los boletines y tablones de anuncios por Internet. Se produjo poco a poco una importante transformación en los circuitos gays, un cambio para
muchas personas en la manera de mirar a los demás y de mirarse a sí mismos.
El modelo de belleza masculino estandarizado dentro de la comunidad gay generaba una especie de exclusión, si no real, al menos sí virtual, de modo que los gays gordos, velludos o maduros se les hacía sentir poco atractivos, con pocas posibilidades de relacionarse afectivamente o de tener éxito sexual.
Con la aparición de este movimiento se valora esos cuerpos, que gustaban a bastantes anteriormente pero que parecía tabú reconocerlo. Los osos y afines tienen ahora un referente cultural que les ha servido para crear lazos sociales y de afecto, para sentirse atractivos y deseados, y también para contribuir a romper el falso estereotipo que contempla a los gays como personas afeminadas o fascinadas por el efebo adolescente.
En diferentes páginas me he topado con acalorados debates sobre lo que es un oso. Algunos defienden la postura de que ser un oso depende no sólo de una apariencia física robusta, ruda, madura o hirsuta, sino principalmente de actitudes viriles. Incluso algunos argumentan que es todo un estilo de vida y, que por el simple hecho de sentirse identificado con lo osos, se puede pertenecer su comunidad y asumirse a sí mismo como un de ellos.
La definición de oso puede ser muy flexible y cada quien puede elaborar la que mejor le parezca. Sin embargo, creo que la apariencia física sí es determinante para decir si alguien encaja o no en la descripción de OSO.
Hace un par de meses escribí un breve post sobre los Osos, donde, además de relatar una fiesta ursina, trataba de explicar con palabras simples las divisiones que existen dentro de la masculina y peluda subcultura gay: chubby, daddy, bear, cachorro, chaser, nutria, papa-oso, polar y un largo etcétera... ¡Chanfle! Al principio hasta yo me confundía.

Cuando la gente me cuestiona sobre mi preferencia por los osos, les contesto que me atraen porque representan un extremo de la virilidad, porque tienen una apariencia ruda, nada delicada y físicamente son lo contrario a lo femenino (si me atraen los hombres, entonces entre más masculino es mejor, creo yo). Y si me dicen que por qué me gustan si yo no soy físicamente un oso, respondo que justamente por eso, porque los polos opuestos se atraen y porque las mezclas siempre son más interesantes: Polo positivo-Polo Negativo, Maduro-Joven, Oso-Chaser.. .
UN POCO DE HISTORIA...

El fenómeno social de los osos surge a finales de los años ochenta, dentro de la comunidad gay de San Francisco (California, EE.UU.). Se trata de un movimiento alternativo nacido como respuesta al prototipo de belleza masculina imperante en la sociedad, consistente en dar gran importancia al cuerpo joven, esbelto y depilado o sin vello, y que es ensalzado en la publicidad y los medios de comunicación de masas.
Sin embargo muchas personas no se identifican con ese estereotipo, sino con atributos muy diferentes: la barba, el cuerpo velludo, la madurez, la corpulencia, o la barriga pueden ser también objeto de deseo. De esta manera, los osos han ido saliendo de sus cuevas poco a poco para mostrarse orgullosamente, encontrando rendijas que van más allá de la publicidad o la moda.
La primera publicación que se dedicó a difundir el mundo de los osos fue Bear Magazine, a partir de un grupo de personas que se reunían en el Lone Star, un bar de moteros de San Francisco. Lo que en principio era un pequeño movimiento de la subcultura gay de esta ciudad se fue extendiendo con el boca a boca a otras regiones, así como con los boletines y tablones de anuncios por Internet. Se produjo poco a poco una importante transformación en los circuitos gays, un cambio para

muchas personas en la manera de mirar a los demás y de mirarse a sí mismos.
El modelo de belleza masculino estandarizado dentro de la comunidad gay generaba una especie de exclusión, si no real, al menos sí virtual, de modo que los gays gordos, velludos o maduros se les hacía sentir poco atractivos, con pocas posibilidades de relacionarse afectivamente o de tener éxito sexual.
Con la aparición de este movimiento se valora esos cuerpos, que gustaban a bastantes anteriormente pero que parecía tabú reconocerlo. Los osos y afines tienen ahora un referente cultural que les ha servido para crear lazos sociales y de afecto, para sentirse atractivos y deseados, y también para contribuir a romper el falso estereotipo que contempla a los gays como personas afeminadas o fascinadas por el efebo adolescente.











Que sería de mi vida sin los osos!!! Y sin las personas a las que le gustan los osos!!! Yo, como oso, me sentiría solito... :-) jajajaja
ResponderEliminarMe gusta tu blog!!!
Afortunadamente hay gustos para todo. Yo puedo considerarme oso y me gustan los hombres que lo son, precisamente porque los atributos que los definen son opuestos a la feminidad. La pena es que proliferen tantos tíos de aspecto masculino y osuno que cuando abren la boca son Marta Sánchez. ¡En fin! Siempre quedaremos algunos osos de verdad, jejeje...
ResponderEliminarSi, es la verdad Angel. Hay muchos "ositos" que son muy biriles que nos hacen retonearnos mal, pero cuando estamos totalmente bobos ante tal magestuoso cuerpo, habren la boca y se les caen mal el plumero...
ResponderEliminarPero no desespereis, todabia extisten esos "ositos" bien machos. Hay que buscarlos bien nomas.
Asi que suerte amigo!!!
Nos vemos, muchas gracias por tu comentario loco.
Hasta pronto.
Bye bye.