Movimiento GLBT asegura que por primera vez se están respetando derechos de las minorías y no se los excluye.
Mientras los movimientos Pro Vida censuran la posibilidad de que se reconozcan los derechos sexuales de los homosexuales en la nueva Constitución, estos grupos argumentan que por primera vez en el Ecuador se están registrando avances en la Carta Política para que de una vez por todas muchas minorías se integren al conglomerado social. En esta línea divergen Oscar Ugarte, representante del movimiento GLBT, y Amparo Medina, directora del movimiento Pro vida, para quienes la nueva Carta Magna es vista con una óptica diferente.
Para Medina, en el marco constitucional que en este momento se ha estructurado para someterlo a referéndum aprobatorio al pueblo existen puntos muy difíciles que atentan contra la vida y la familia.
“Dentro de las noticias internacionales, inclusive en muchas de las páginas GLBT del mundo entero se felicita al Ecuador porque se está estructurando la primera Constitución homosexual de todo el mundo”, dijo.
Aseguró que los GLBT de México han sacado a Ecuador como la muestra de lo que significa una Constitución a favor de la familia homosexual.
“El problema no es que nos opongamos a este tipo de relaciones, el problema es que se obliga, a través de las leyes, a que esta vivencia sea parte de nuestra niñez y parte de nuestra juventud”, expresó.
Acotó que el artículo 70 habla que toda la perspectiva de género e ideología se hará obligatoria en toda la estructura educativa del Ecuador, y precisó que el artículo 11 reconoce en el país los cinco sexos y se reconocen sus derechos sexuales “no solamente a nivel homosexual sino incesto y pedofilia”.
Medina aseveró que cualquiera que se oponga a esta manera de pensar y de vivir será sancionado por el Estado, por oponerse a estos derechos, e insistió en que el artículo 66 habla de la libre orientación sexual, con lo que se podría, dijo, llegar al extremo de lo que ocurre en España en donde “niños de 7 años están pidiendo el cambio de sexo”.
Oscar Ugarte, representante del movimiento GLBT, refutó estos argumentos al asegurar que al menos existen 500 mil “seres humanos” con tendencia homosexual y tienen derecho de vivir.
“Actualmente se habla de que esta es una Constitución anticristiana, cuando es absolutamente lo contrario. Nosotros exigimos ciudadanía plena, dejar de ser ciudadanos de primera, segunda o tercera categoría porque muchos de nuestros GLBT ni siquiera tenían categoría de seres humanos: cuando morían acribillados o apuñalados, la prensa sensacionalista ni siquiera decía moría un ser humano”, manifestó.
Aseguró que los homosexuales exigen una ciudadanía plena, con acceso a los serviciosbásicos con todos los derechos en este país, para después pensar en que sepueda formalizar el tema del matrimonio, visto como un contrato social.
“Hay muchos gays no tienen claro todavía el tema de su salud, educación, temas básicos, que en realidad estamos revindicando y esa fue nuestra postura cuando fuimos candidatos.
Aseveró que las reivindicaciones son básicas y cristianas puntualizando que la Constitución es “humana” y reconoce a otros seres humanos relegados como los minusválidos, los portadores de VIH, enfermos terminales, amas de casa, personas de la tercera edad.
Ugarte expresó además que la comunidad homosexual está conformada por profesionales que pueden propender al desarrollo del país en líneas generales.
“Me parece totalmente anticristiano oponerse a todos estos avances que se están dando en la Constitución para que de una vez por todas muchas minorías se integren al conglomerado social para poder compartir y disfrutar de los derechos y poner el hombro para avanzar”, expresó.
Ugarte y Medina fueron entrevistados esta mañana en Gamavisión.
Mientras los movimientos Pro Vida censuran la posibilidad de que se reconozcan los derechos sexuales de los homosexuales en la nueva Constitución, estos grupos argumentan que por primera vez en el Ecuador se están registrando avances en la Carta Política para que de una vez por todas muchas minorías se integren al conglomerado social. En esta línea divergen Oscar Ugarte, representante del movimiento GLBT, y Amparo Medina, directora del movimiento Pro vida, para quienes la nueva Carta Magna es vista con una óptica diferente.
Para Medina, en el marco constitucional que en este momento se ha estructurado para someterlo a referéndum aprobatorio al pueblo existen puntos muy difíciles que atentan contra la vida y la familia.
“Dentro de las noticias internacionales, inclusive en muchas de las páginas GLBT del mundo entero se felicita al Ecuador porque se está estructurando la primera Constitución homosexual de todo el mundo”, dijo.
Aseguró que los GLBT de México han sacado a Ecuador como la muestra de lo que significa una Constitución a favor de la familia homosexual.
“El problema no es que nos opongamos a este tipo de relaciones, el problema es que se obliga, a través de las leyes, a que esta vivencia sea parte de nuestra niñez y parte de nuestra juventud”, expresó.
Acotó que el artículo 70 habla que toda la perspectiva de género e ideología se hará obligatoria en toda la estructura educativa del Ecuador, y precisó que el artículo 11 reconoce en el país los cinco sexos y se reconocen sus derechos sexuales “no solamente a nivel homosexual sino incesto y pedofilia”.
Medina aseveró que cualquiera que se oponga a esta manera de pensar y de vivir será sancionado por el Estado, por oponerse a estos derechos, e insistió en que el artículo 66 habla de la libre orientación sexual, con lo que se podría, dijo, llegar al extremo de lo que ocurre en España en donde “niños de 7 años están pidiendo el cambio de sexo”.
Oscar Ugarte, representante del movimiento GLBT, refutó estos argumentos al asegurar que al menos existen 500 mil “seres humanos” con tendencia homosexual y tienen derecho de vivir.
“Actualmente se habla de que esta es una Constitución anticristiana, cuando es absolutamente lo contrario. Nosotros exigimos ciudadanía plena, dejar de ser ciudadanos de primera, segunda o tercera categoría porque muchos de nuestros GLBT ni siquiera tenían categoría de seres humanos: cuando morían acribillados o apuñalados, la prensa sensacionalista ni siquiera decía moría un ser humano”, manifestó.
Aseguró que los homosexuales exigen una ciudadanía plena, con acceso a los serviciosbásicos con todos los derechos en este país, para después pensar en que sepueda formalizar el tema del matrimonio, visto como un contrato social.
“Hay muchos gays no tienen claro todavía el tema de su salud, educación, temas básicos, que en realidad estamos revindicando y esa fue nuestra postura cuando fuimos candidatos.
Aseveró que las reivindicaciones son básicas y cristianas puntualizando que la Constitución es “humana” y reconoce a otros seres humanos relegados como los minusválidos, los portadores de VIH, enfermos terminales, amas de casa, personas de la tercera edad.
Ugarte expresó además que la comunidad homosexual está conformada por profesionales que pueden propender al desarrollo del país en líneas generales.
“Me parece totalmente anticristiano oponerse a todos estos avances que se están dando en la Constitución para que de una vez por todas muchas minorías se integren al conglomerado social para poder compartir y disfrutar de los derechos y poner el hombro para avanzar”, expresó.
Ugarte y Medina fueron entrevistados esta mañana en Gamavisión.
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