Una vigilia que se organizó para el pasado 12 de mayo fue prohibida por el cardenal Paolo Romeo, pese a ser un encuentro que estaba enfocado en recordar a las víctimas de la homofobia que han sufrido las consecuencias de la discriminación en el país.
Dicho suceso produjo una amplia oleada de críticas desde las asociaciones de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales del país y especialmente entre los creyentes LGTB.
Arcigay, ante dicho suceso, manifestó que estaban "sorprendidos y entristecidos. Es un veto ante el sufrimiento de víctimas inocentes, las mismas personas que el cardenal y la Iglesia alegan que han votado a favor de defender, sin distinción. La prohibición es también un acto de agresión, en su complicidad con los que difunden el odio y la homofobia". Tras observar con inquietud las declaraciones homófobas de la Iglesia, y la prohibición de realizar dicha misa por las víctimas de la homofobia y la transfobia, distintos gays italianos han expresado que si su Iglesia no les acepta dentro de la misma, "entonces vamos a orar en la calle".
Fuente: Universo Gay










