
Una mujer transexual de 80 años está trabajando activamente para conseguir los fondos necesarios con los que llevar a cabo una residencia de ancianos para la comunidad LGTB, ante la estigmatización que sufre dicho colectivo en las residencias genéricas.
Las nuevas generaciones están dejando atrás los prejuicios en torno a la sexualidad para vivir plenamente y respetar la sexualidad tanto propia como ajena, eliminando con ello, progresivamente, la homofobia y la transfobia.
Pese a ello, los ancianos siguen siendo el principal colectivo homófobo de la sociedad, puesto que conservan los prejuicios en los que fueron educados.
En dicho clima de odio hacia la homosexualidad y la transexualidad, los ancianos LGTB sufren la discriminación y la estigmatización en muchas residencias de ancianos genéricas, por culpa de los prejuicios existentes.
Samantha Flores, una mujer transexual de 80 años, está terminando su trabajo para conseguir la apertura de un centro destinado a la tercera edad de las personas LGTB.
Lo único que le queda a Flores es conseguir más fondos para garantizar la apertura y la estancia en el tiempo del centro.
Ya se han producido eventos para recaudar fondos, entre los que se encuentra la reciente exhibición de la película 'La otra familia' y un acto en la discoteca Living con los que Flores cree que conseguirá los fondos necesarios para su proyecto.
Fuente: Universo gay










