La jotería apareció espectacularmente en la escena mainstream del rock con este rockero y su banda T- Rex a finales de los años 1970 con el nacimiento del glam, y lo hizo como no lo volvería a hacer nunca más.
Are you my main man
are you now are you now…
heaven is hot babe
watch it glow watch it glow
watch it glow
T- Rex, Main Man
En el principio fue el glitter
En el principio fue el glitter, el glam, albor diamantino en destello frío y cegador.
La jotería apareció espectacularmente en la escena mainstream del rock con Marc Bolan y su banda T- Rex a finales de los años 1970 con el nacimiento del glam, y, sobra decirlo, lo hizo como no lo volvería a hacer nunca más. El glamour en todo su superfluo esplendor nace dentro del rock hasta que se da a conocer Tyrannosaurus Rex, llamado después simplemente T- Rex.
Banda con la que el aura rosa llegó al rock para acompañarlo en su travesía cultural y su imposición como el modelo de arte popular hegemónico en Occidente.
Sin el legado de Marc Bolan es probable que la cultura pop y su manifestación musical: el rock, se hubieran quedado sin uno de sus más legendarios exponentes. No porque nadie hubiera joteado antes frente a una audiencia asidua del rock o porque nadie volviera a hacerlo después de él; en cierto sentido, muchos de los modelos a seguir de los rockanroleros de la época de oro - Elvis incluido – hacían gala de ademanes ciertamente afeminados mucho antes de finales de la década de 1970 -cuando apareció T-Rex.
Sin embargo, para ser justos, hay que decir que nadie antes sofisticó a tal grado la jotería en el rock tan bien como lo hizo el rey del glam, o mejor dicho, la reina.
Y ya, después de él, el impacto no sería jamás el mismo, aunque se los diversos exponentes de la diversidad rockera y sexual, se aventuren en joterías y torcideces más de avanzada, y, supuestamente, más alternativas.
Nadie como Bolan consiguió desafiar la postura clásica del rockero macho, esa que consistía en mostrarse como un patán enfundado en vaqueros, chaquetas de cuero y una actitud francamente fanfarrona.
Por eso reitero, que no es sino hasta que Marc Bolan sale a escena en el siglo XX que aparece la luminosidad en el rock. Destello que, por cierto, ya no es luz iluminadora, como pudiera ser la que emana de la densa sabiduría de las bandas rockeras legendarias (The Beatles, Pink Floyd, The Who, etc.), sino que con T- Rex surge la luz que brilla pero no ilustra. Es brillo puro, puro brillo sin moraleja existencial de alta densidad.
Aparición de T-Rex y el nacimiento del glam
Marc Bolan y su banda aparecen en 1967 en Londres, lugar en que T- Rex surge como Fanes, en fulgor prístino, dando paso a la develación fashionista del leopardo y el cuero rojo envolviendo el cuerpo que se mueve al ritmo de melodías duras y dulces a la vez.
La banda comenzó a editar discos desde finales de la década de 1960, sin embargo su apogeo fue hasta 10 años después. Su auge se debió en buena medida al cansancio que había provocado la proliferación del rock progresivo, ante la cual T- Rex renovaba cierta frescura para el rock inglés de ese momento.
Lo hicieron retomando el rock & roll clásico de 1950, pero recreándolo, incorporando más decibelios a las notas, dándole más velocidad, tornándolo ácido y cínico a través de letras con obvia referencia a una sexualidad ambigua vivida salvajemente. Lo mismo que con loas a una vida superflua y sin sentido que se padecía gozosamente, valga la paradoja.
A principios de la década de 1970 el glam rock, aún exclusivo de T-Rex, era también llamado gay rock. De modo que ambos términos se usaban de forma indistinta.
Gran parte de esta apuesta estética se debía a la actitud de Bolan, quien, con miras en la figura de Andy Warhol, aspiraba a ser una estrella de la cultura pop, pero que, como ya hemos dicho, difería del estereotipo de rockstar en pose de macho inflexible. Esto porque Bolan hacía gala de una ambigüedad sexual que se enfatizaba en su manera de vestir y de actuar sobre el escenario.
Vestía ropas con texturas de leopardo, cebra o cuero, se adorna con boas de plumas, botas plateadas de plataforma, mostrando una enorme influencia recibida por parte del travestismo neoyorquino de aquellos entonces.
Cabe decir que T. Rex tuvo altas y bajas por los años 1970. A principios de la década la banda tuvo una buena racha de éxitos musicales tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos, ejemplo de ello son las canciones Debora, I love to boogie, Ride a white swan, Children of the revolution, Baby Strange, Mad Donna, Get it on, Hot love, Teenage dream, Main Man, 20th century boy, etc., mismas que permitieron a la banda hacer varias giras que continuarían la difusión del glam, logrando hacerse cada vez de más adeptos que se identificaban con la actitud desenfadada y andrógina de Bolan.
Con su éxito, T-Rex dio paso a todo un movimiento cultural del cual injustamente no vendría a ser Marc Bolan el abanderado, sino el Delgado Duque Blanco: David Bowie, quien a pesar de sobrepasar la fama de quienes lo inspiraron a convertirse en un músico de glam, nunca negó la influencia y admiración hacia el fundador de T. Rex.
Y aunque es innegable que la influencia de Marc Bolan y T. Rex moldearon la historia del rock de manera definitoria, quizá David Bowie no habría sido la gran figura del rock que llegó a ser de no haber conocido a Marc Bolan.
Si bien la incorporación de Bowie al glam, que decantó en su posterior ubicación como el exponente más famoso del género, esto no le quita el menor mérito a Bolan. Y aunque fuera de esto, éste sigue siendo una figura esencial del rock en general.
Tan sólo por sus logros musicales podría considerarse como la piedra angular del glam, tanto o más que el mismo David Bowie, a pesar que éste consiguió más fama y fortuna.
En la segunda mitad de los años 1970 la popularidad de la banda decayó fuertemente y su culto se hundió en un relativo olvido tras la trágica muerte de Bolan. El líder de T. Rex sufrió un accidente automovilístico el 16 de septiembre de 1977 en las calles de Londres, acontecimiento que apagó la luz de su vida, pero que, en cambió, implicó el comienzo de su mito al interior del rock.
El legado de Bolan
Hay que mencionar, aunque sea someramente, que la figura de Bolan y su banda, T-Rex, influenciaron también al cine: el de Almodóvar en los años 1980 es un ejemplo claro de esto, del mismo modo que filmes clásicos de la talla de The Rocky horror picture show y demás musicales de tirada glam-trans.
Después del boom del glam, de 1970 a 1975, esta corriente se diversificó, se transformó y fue asimilada tanto por bandas posteriores a T. Rex como por bandas de previa existencia al subgénero como, por ejemplo: Iggy Pop, Roxy Music, The New York Dolls, Queen, Elton John, Alice Cooper, Siouxie and the Banshees, U2, The human league, Placebo, Goldfrapp, Scissor Sisters, etc.
No obstante, es necesario destacar que sus canciones siguen siendo un punto importante en el espectro total de la cultura pop, pues ha generando culto tanto en los iniciados en ese rock que es francamente joto o por lo menos ambiguo sexualmente hablando, como también en el rock que nada tiene qué ver con lo gay.
Y es que en más de un sentido Marc Bolan ha fungido como un divertido ejemplo para todos los rockeros que han trascendido las barreras del género y las vestimentas impuestas por una comunidad artística a la que o le daba miedo -o franca hueva- jugar con los roles sexuales o culturales y todo lo que de ahí se deriva (atuendo, actitud, ideologías, etc.).
Cabe mencionar que a pesar de sus joterías Bolan no puede ser pensado únicamente como gay, esto porque él mismo trató de evitar cualquier etiqueta que lo atara a una definición genérica forzada.
Digo esto porque en sus canciones y en sus vivencias puede verse un modo diferente de asirse al rock como una forma de vida.
Ahí radica su herencia, pero habrá que tomar el conjunto de su obra para hacer evidente que es en todo lo que ahí se pone en juego que puede verse su verdadera apuesta artística, en la que el desafío de la existencia no se asume de manera desoladora y dramática como lo hicieran muchos subgéneros rockeros; sino donde la existencia se afirma a través del alegre desenfreno y el esplendor del brillo instantáneo de la juventud, mediante el resplandor del aura de la belleza y el glamour.
Larga vida al glam. Larga vida al rey. ¡Viva el rey! ¡Viva Bolan!, o más bien, ¡Viva Bolan, reina del glam!
PD: El pasado 16 de septiembre del 2008 se cumplieron 31 años de la muerte de Marc Bolan. Que quede este escrito como la prueba de una profunda admiración que espero se siga alimentando con el brillo y el destello que brotan todavía de sus canciones.
Bolan likes to rock now
yes he does yes he does
Bolan likes to rock now
yes he does, yes he does.
Fuente: Anodis

are you now are you now…
heaven is hot babe
watch it glow watch it glow
watch it glow
T- Rex, Main Man
En el principio fue el glitter
En el principio fue el glitter, el glam, albor diamantino en destello frío y cegador.
La jotería apareció espectacularmente en la escena mainstream del rock con Marc Bolan y su banda T- Rex a finales de los años 1970 con el nacimiento del glam, y, sobra decirlo, lo hizo como no lo volvería a hacer nunca más. El glamour en todo su superfluo esplendor nace dentro del rock hasta que se da a conocer Tyrannosaurus Rex, llamado después simplemente T- Rex.
Banda con la que el aura rosa llegó al rock para acompañarlo en su travesía cultural y su imposición como el modelo de arte popular hegemónico en Occidente.
Sin el legado de Marc Bolan es probable que la cultura pop y su manifestación musical: el rock, se hubieran quedado sin uno de sus más legendarios exponentes. No porque nadie hubiera joteado antes frente a una audiencia asidua del rock o porque nadie volviera a hacerlo después de él; en cierto sentido, muchos de los modelos a seguir de los rockanroleros de la época de oro - Elvis incluido – hacían gala de ademanes ciertamente afeminados mucho antes de finales de la década de 1970 -cuando apareció T-Rex.
Sin embargo, para ser justos, hay que decir que nadie antes sofisticó a tal grado la jotería en el rock tan bien como lo hizo el rey del glam, o mejor dicho, la reina.
Y ya, después de él, el impacto no sería jamás el mismo, aunque se los diversos exponentes de la diversidad rockera y sexual, se aventuren en joterías y torcideces más de avanzada, y, supuestamente, más alternativas.
Nadie como Bolan consiguió desafiar la postura clásica del rockero macho, esa que consistía en mostrarse como un patán enfundado en vaqueros, chaquetas de cuero y una actitud francamente fanfarrona.
Por eso reitero, que no es sino hasta que Marc Bolan sale a escena en el siglo XX que aparece la luminosidad en el rock. Destello que, por cierto, ya no es luz iluminadora, como pudiera ser la que emana de la densa sabiduría de las bandas rockeras legendarias (The Beatles, Pink Floyd, The Who, etc.), sino que con T- Rex surge la luz que brilla pero no ilustra. Es brillo puro, puro brillo sin moraleja existencial de alta densidad.
Aparición de T-Rex y el nacimiento del glam
Marc Bolan y su banda aparecen en 1967 en Londres, lugar en que T- Rex surge como Fanes, en fulgor prístino, dando paso a la develación fashionista del leopardo y el cuero rojo envolviendo el cuerpo que se mueve al ritmo de melodías duras y dulces a la vez.
La banda comenzó a editar discos desde finales de la década de 1960, sin embargo su apogeo fue hasta 10 años después. Su auge se debió en buena medida al cansancio que había provocado la proliferación del rock progresivo, ante la cual T- Rex renovaba cierta frescura para el rock inglés de ese momento.
Lo hicieron retomando el rock & roll clásico de 1950, pero recreándolo, incorporando más decibelios a las notas, dándole más velocidad, tornándolo ácido y cínico a través de letras con obvia referencia a una sexualidad ambigua vivida salvajemente. Lo mismo que con loas a una vida superflua y sin sentido que se padecía gozosamente, valga la paradoja.
A principios de la década de 1970 el glam rock, aún exclusivo de T-Rex, era también llamado gay rock. De modo que ambos términos se usaban de forma indistinta.
Gran parte de esta apuesta estética se debía a la actitud de Bolan, quien, con miras en la figura de Andy Warhol, aspiraba a ser una estrella de la cultura pop, pero que, como ya hemos dicho, difería del estereotipo de rockstar en pose de macho inflexible. Esto porque Bolan hacía gala de una ambigüedad sexual que se enfatizaba en su manera de vestir y de actuar sobre el escenario.
Vestía ropas con texturas de leopardo, cebra o cuero, se adorna con boas de plumas, botas plateadas de plataforma, mostrando una enorme influencia recibida por parte del travestismo neoyorquino de aquellos entonces.
Cabe decir que T. Rex tuvo altas y bajas por los años 1970. A principios de la década la banda tuvo una buena racha de éxitos musicales tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos, ejemplo de ello son las canciones Debora, I love to boogie, Ride a white swan, Children of the revolution, Baby Strange, Mad Donna, Get it on, Hot love, Teenage dream, Main Man, 20th century boy, etc., mismas que permitieron a la banda hacer varias giras que continuarían la difusión del glam, logrando hacerse cada vez de más adeptos que se identificaban con la actitud desenfadada y andrógina de Bolan.
Con su éxito, T-Rex dio paso a todo un movimiento cultural del cual injustamente no vendría a ser Marc Bolan el abanderado, sino el Delgado Duque Blanco: David Bowie, quien a pesar de sobrepasar la fama de quienes lo inspiraron a convertirse en un músico de glam, nunca negó la influencia y admiración hacia el fundador de T. Rex.
Y aunque es innegable que la influencia de Marc Bolan y T. Rex moldearon la historia del rock de manera definitoria, quizá David Bowie no habría sido la gran figura del rock que llegó a ser de no haber conocido a Marc Bolan.
Si bien la incorporación de Bowie al glam, que decantó en su posterior ubicación como el exponente más famoso del género, esto no le quita el menor mérito a Bolan. Y aunque fuera de esto, éste sigue siendo una figura esencial del rock en general.
Tan sólo por sus logros musicales podría considerarse como la piedra angular del glam, tanto o más que el mismo David Bowie, a pesar que éste consiguió más fama y fortuna.
En la segunda mitad de los años 1970 la popularidad de la banda decayó fuertemente y su culto se hundió en un relativo olvido tras la trágica muerte de Bolan. El líder de T. Rex sufrió un accidente automovilístico el 16 de septiembre de 1977 en las calles de Londres, acontecimiento que apagó la luz de su vida, pero que, en cambió, implicó el comienzo de su mito al interior del rock.
El legado de Bolan
Hay que mencionar, aunque sea someramente, que la figura de Bolan y su banda, T-Rex, influenciaron también al cine: el de Almodóvar en los años 1980 es un ejemplo claro de esto, del mismo modo que filmes clásicos de la talla de The Rocky horror picture show y demás musicales de tirada glam-trans.
Después del boom del glam, de 1970 a 1975, esta corriente se diversificó, se transformó y fue asimilada tanto por bandas posteriores a T. Rex como por bandas de previa existencia al subgénero como, por ejemplo: Iggy Pop, Roxy Music, The New York Dolls, Queen, Elton John, Alice Cooper, Siouxie and the Banshees, U2, The human league, Placebo, Goldfrapp, Scissor Sisters, etc.
No obstante, es necesario destacar que sus canciones siguen siendo un punto importante en el espectro total de la cultura pop, pues ha generando culto tanto en los iniciados en ese rock que es francamente joto o por lo menos ambiguo sexualmente hablando, como también en el rock que nada tiene qué ver con lo gay.
Y es que en más de un sentido Marc Bolan ha fungido como un divertido ejemplo para todos los rockeros que han trascendido las barreras del género y las vestimentas impuestas por una comunidad artística a la que o le daba miedo -o franca hueva- jugar con los roles sexuales o culturales y todo lo que de ahí se deriva (atuendo, actitud, ideologías, etc.).
Cabe mencionar que a pesar de sus joterías Bolan no puede ser pensado únicamente como gay, esto porque él mismo trató de evitar cualquier etiqueta que lo atara a una definición genérica forzada.
Digo esto porque en sus canciones y en sus vivencias puede verse un modo diferente de asirse al rock como una forma de vida.
Ahí radica su herencia, pero habrá que tomar el conjunto de su obra para hacer evidente que es en todo lo que ahí se pone en juego que puede verse su verdadera apuesta artística, en la que el desafío de la existencia no se asume de manera desoladora y dramática como lo hicieran muchos subgéneros rockeros; sino donde la existencia se afirma a través del alegre desenfreno y el esplendor del brillo instantáneo de la juventud, mediante el resplandor del aura de la belleza y el glamour.
Larga vida al glam. Larga vida al rey. ¡Viva el rey! ¡Viva Bolan!, o más bien, ¡Viva Bolan, reina del glam!
PD: El pasado 16 de septiembre del 2008 se cumplieron 31 años de la muerte de Marc Bolan. Que quede este escrito como la prueba de una profunda admiración que espero se siga alimentando con el brillo y el destello que brotan todavía de sus canciones.
Bolan likes to rock now
yes he does yes he does
Bolan likes to rock now
yes he does, yes he does.
Fuente: Anodis