Este grupo de investigadores mexicanos realizó la semana pasada el “Simposio de sexo” en la Unidad Iztapalapa de la UAM, esto para “dialogar” el tema de las orientaciones sexuales con otras disciplinas científicas, según dijo a NotieSe la doctora Adriana Morales Otal, del Área de Neurociencias del Departamento de Biología de la Reproducción.“La homosexualidad no es curable, no es patológica (según pregonan grupos como la National Association for Research and Therapy of Homosexuality). Se ha probado de todo: cirugías, electroshocks, terapias de reasignación, medicamentos, y no se revierte. Lo único que se ha logrado es maltratar al individuo”, aseveró la doctora Morales.
De acuerdo a experimentos, las ratas machos y hembras son capaces de decidir con quién quieren copular, interactuar o convivir. En otras palabras, el animal tiene una “preferencia sexual”, puesto que el término “orientación sexual” está acuñado antropológicamente, expuso.
Explicó que a través de cortes histológicos hechos a cerebros de ratas se ha comprobado que algunos de estos roedores poseen estructuras femeninas, aunque tengan testículos. También se ha indagado la actividad de ciertos fármacos durante la etapa prenatal, tiempo en el cual el cerebro se organiza en femenino o en masculino. Así, las orientaciones sexuales tienen un sustrato biológico. “El cerebro da el comportamiento (sexual), no los genitales”, indicó.
Asimismo, las estructuras cerebrales de heterosexuales, homosexuales, bisexuales y transexuales son diferentes entre sí, según la investigación que hizo el grupo encabezado por el doctor Dick Swaab en el Instituto de Investigaciones Cerebrales de Holanda.
En los transexuales, el cerebro no corresponde con el cuerpo. “Ven su pene y dicen ‘esto no me gusta, lo aborrezco, me lo quiero cortar’. En el caso de la intersexualidad, una gónada no se diferenció ni hacia testículos, ni hacia ovarios”.
De acuerdo al doctor Armando Ferreira, también de la UAM, la investigación mundial en relación a las bases biológicas de la orientación sexual todavía es muy reducida porque hay prejuicios dentro de la comunidad científica respecto al tema.
“Un investigador en conducta sexual muy prestigiado me dijo ‘para que voy a este tipo de foros, si generalmente los hacen homosexuales, lo que están tratando de investigar son cosas que les quitan de alguna manera el sentimiento de culpa’”, expresó el académico.
De de los pocos países que investigan la biología de las orientaciones sexuales, están Canadá y Holanda, este último tiene un banco de cerebros humanos en donde se analiza su estructura. En México no se ha logrado porque, entre otras cosas, no existe una cultura de la donación de órganos, comentó.
Existen especies de víboras que “casi no se reproducen con machos”; peces que cambian de sexo en ciertas etapas de su vida, en chimpancés y gorilas se han encontrado expresiones de homosexualidad, ejemplificó.
Ferreira añadió que “es muy satisfactorio” el apoyo de la UAM, no sólo por auspiciar la investigación básica, sino en difundirla. “Estos conocimientos pueden ayudar a que la sociedad sea mucho más tolerante y respetuosa. Entre más conocimiento, mayor diversidad, mayor enriquecimiento interdisciplinario”.
Fuente: ENEWSPAPER
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