“PERSONAS ADICTAS A PERSONAS”

A lo largo de nuestra vida establecemos vínculos de todo tipo con nuestro entorno, cada uno de ellos lleva en si mismo la historia de la cantidad y calidad de los afectos que recibimos cuando niños. Es así como nuestras relaciones de adultos llevan la marca de la infancia. Múltiples estudios hoy nos hablan de una particular forma de establecer vinculos afectivos, que se muestra como una insaciable necesidad de ser amados.

Asegurar la unión, y por un intenso temor a ser rechazados o abandonados, unido a actitudes de admiración desmedida y sumisión, que hace perder el respeto por uno mismo, además de la aceptación del maltrato físico y psicológico como una manifestación de amor. A esta particular forma de vincularse se le ha llamado “Personas adictas a personas”.

El término adicción no nos es desconocido, lo hemos visto relacionado con el alcohol, cigarrillos, drogas, pero hasta ahora no se le había asociado con la forma de vincularnos con nuestros pares.

Es probable que la mayoría de nosotros padezca alguna o varias adicciones en este tema. Ya no es tan fácil como se solía hacer antes, dividir el mundo entre adictos y no adictos. Más bien parece tratarse de una línea continua que va desde la normalidad, hasta las adicciones altamente destructivas, lo que nos hace vivir en una sociedad adictiva.

El origen de este estilo surge en el ceno de una familia donde no reconocen en el niño sus necesidades emocionales, censurando sus sentimientos y percepciones, dando como efecto un niño “adulto”, que va a tener como resultado en el transcurso de su vida a un adulto “Niño”.

La persona adicta a persona asume toda la responsabilidad por la satisfacción de las necesidades de los otros, llevando gradualmente a perder sus capacidades de distinguir entre sus propias necesidades y las ajenas. En definitiva un codependiente emocional buscará vincularse a personas con problemas, pensando que al sanar al otro se sanará así mismo.

Muchas personas en todo el mundo son y se sienten victimas de relaciones amorosas inadecuadas y no saben qué hacer al respecto, porque el miedo a quedarse solos los paraliza.

Es por esto que el Centro de Atención Psicológico BJM entrega una solución real para romper este paradigma, donde ofrece programas que acompañan los procesos para tomar conciencia de la adicción y promover cambios para que nuestras conductas adictivas se transformen en una nueva capacidad para vincularnos de una manera más sana, aprendiendo a que nuestra felicidad no está en la satisfacción del otro, sino que en la de nosotros mismos.

“La base de esta solución está en partir por amarnos nosotros mismos y aprender a respetarnos relacionándonos con los demás en armonía”, aclara Leonora Jiménez, Psicóloga clínica del centro de atención BJM.

Este programa está siendo trabajado hace 12 años en Argentina en la Fundación APAP (Asociación Personas Adictas a Personas) llevando resultados beneficiosos para la comunidad, mediante el logro de una sana relación con los demás.

Actualmente en Chile se están realizando terapias de grupo e individuales en la materia. Para mayor información e inscripciones a esta nueva tendencia de sanación, visiten la web del centro Psicológico www.bjm.cl ubicado en El Trovador 4280, oficina 907, Las Condes (A Pasos del metro Escuela Militar).


Fuente: Gay Magazine