Porno romántico

Es Martes. Son las 5am y estoy desnudo (bah, duermo con medias) abrazado al chico que me gusta. Pienso que a las 9 va sonar mi ringtone de mierda, que todavía no fui a “Tecnópolis” (esperaré que pase un poco el tiempo y vaya menos gente) y pienso en las preguntas que le hice a Diego Stickar.

Stickar es un realizador audiovisual. Para los títulos y etiquetas él estudia, pero en su MSN una vez, confidente y aunque público (yo sé que fue solo para mí), leí: “mi herramienta no es la cámara sino el corazón”

Tal cual.

Cuando un amor se termina cada uno lo llora a su manera: “Juntitos” 35 minutos de amor. El llanto lindo, dirigido, protagonizado y eyaculado por Diego.

Los 10 videos de “Juntitos” son una mezcla de porno y arte. Donde el porno es “una actitud”, la sexualidad hecha espectáculo que afecta tu cuerpo y pone tu cabeza a maquinar a mil. “Me da vértigo” dice con un tono calmo; el arte para él es un discurso en sí mismo.

Entonces henos aquí viendo estas diez creaciones, donde a veces fue protagonista y otras sólo voz y/o director. Pero todos los que protagonizaron (protagonizamos) alguna de estas capsulas de éxtasis visual no hicimos más que ser extensiones fálicas y puntiagudas de la pija, lengua y corazón del Dios de este universo. Viajados en su vértigo.

Diego aclara que en estas creaciones solo hay una parte de él, habrá que hacerse cargo del morbo, emoción e identificación que sienta cada espectador, como siempre.
Sigo indagando en este mundo donde una verga acabando puede generar tanta ternura como un cachorro de ojos grandes.

(Son las 7am, el chico que me gusta se levanta, se cambia y cuando esta por salir le avisan que se canceló su reunión. Me abraza fuerte como a mi me gusta. 5 minutos de felicidad eterna.)

Diego tiene su colectivo de arte: “Acento frenético”. Este no solo comprende audiovisuales, ellos son voz, performance, actividades, intervenciones, todo este mundo que hace del sexo un medio y no un fin se ramifica en diversos morbos sensoriales. “A´F”, al igual que una cogida esplendida, se nutre de cuanta percepción pueda estimular.

-¿Por qué A´F?

-“La imagen en la que estoy explorando, me provoca velocidad, taquicardia y ansiedad, pero a su vez, me relaja porque sé que en algún momento aparece un stop, o una pausa, y es ahí donde me alejo, respiro y observo.

Todo ese frenetismo está cargado de mi ser más iluminado y profundo, es un proceso de entrega total, al principio no me entiendo, pasa el tiempo, veo lo que hice y de a poco me reconozco en ello.

´Acento Frenético´ para mí es como un rayo en una noche de verano y es una oportunidad de jugar con mi álter ego.”
La primera vez que lo vi en persona, él iba caminando y yo desde adentro de un Mc lo reconocí, nos miramos y me vino a saludar. El piso estaba a kilómetros de su sonrisa. Hace poco alguien me lo definió mejor: “es etéreo”.

Tal cual.

Una cara de gestos chiquitos, achinados, poblada por barba y un pelo que le dan un aire de Jesús. Un cuerpo alargado, de hombros caídos y dedos finos. Una sonrisa pícara, entre lúdica y algo lasciva. Las uñas pintadas de negro con un prolijo saltado. Una remera rayada, un pantalón achupinado y la capucha. Una desnudez que carga algunos piercings y el tatuaje de un árbol con una historia bellísima. Un Dieguito. Un Diego Stickar.

Acá donde el semen es tan salado como las lágrimas, donde ambos simbolizan un mismo estallido emocional, decido interiorizarme en cómo es su proceso creativo. Me explica que son todas imágenes que le vienen a la cabeza, que las anota en papelitos, que junta, separa y vuelve a unir. Son palabras sueltas que anota y pega en la pared de su cuarto (en la pared, arriba de su cama).

Cuando la idea está mas o menos resuelta, sin pensarlo mucho y sin demora, la concreta. Al tiempo y mirando lo que hizo empieza a darse cuenta de lo que quería decir(se) y en función de eso, sale algo nuevo, un devenir.

Me cuenta que no hace obras pensando en otro, en un espectador, sino más bien crea en una especie de trance, siguiendo lo que siente.

“Me encanta” me dice

“Me encanta” pienso yo.

Hay preguntas de mierda que me embolan, como cuando me dicen: “¿porqué todo lo que
haces es de temática queer?”, así que se la hago también a Diego.

Respuesta: “Porqué me construyeron como gay”

Me empata los términos de “heteronorma” con “homonorma” en el sentido que él no está para derribar estos conceptos, sino para construir desde la deconstrucción, desde la fusión.

Lo siento responder en esa sonrisa niña que también oculta tras la ropa un par de genitales, pero si tengo que confesar qué es lo que mas me excita de mi amigo, tengo que hablar de colores, de sentidos, de tacto y penetradas en lo que no se dice, lo que se hace comunión en la creación.

Después de su primera vez fue a misa y se confesó. Pero no le contó al cura que había tenido sexo, no, de eso no se arrepentía (¿la edad? Se la dejo al morbo de cada lector)

Son las 8.59am, siempre me levanto un minuto antes que la porquería suene. Nos encontramos exiliados ya que la gata nos confinó a un rincón del sommier, el resto es de ella, eso no se discute.

El chico que me gusta me pregunta si dormí bien. Le digo que sí. Pongo la pava y a Víctor Hugo. No compramos pan, chau tostadas.

Le digo que deberíamos ir a “Tecnópolis”, pero mas adelante, cuando vaya menos gente.

Y salimos

Los videos de Diego Stickar son de un porno hardcore, sin sutilezas para el ojo, fuerte para todo lo que se puede movilizar dentro de uno.
“Mirá este video, son dos chicos pajeándose y acabándose encima, es re tierno, me súper emocionó”, así contó una chica que le había pasado a sus contactos el “juntitos 1”

Pero qué pasa con quienes sólo se quedaban con lo explícito de su laburo. A eso, Diego contesta que hay espectadores que se quedarán con sólo una parte del todo. Que a “A´F a algunos les penetra hasta la garganta, y a otros les acaricia el corazón”.
Me hundo en esto de un cuerpo imperfecto y sexual, copulando con los sentimientos que duermen en un lugar más profundo que mi punto G. Esto de amalgamar la sangre que brota de la fisura del cuerpo y alma.

Me viene a la mente un estado que leí en su Facebook ayer:
“Para que la práctica funcione hay que prestarse al juego sin tratar de comprender”
Hace diez minutos estoy parado con cara de “ya entendí” en la esquina de Triunvirato y Roosevelt. Parezco un nabo, las caras de los chicos que salen del colegio me lo confirman.

(De nuevo la erré, no hay nada que entender, lo que hace Diego es para percibir. Video, perfo, lectura, todo es para aplicar los sentidos que uno pueda/desee usar, los cinco o más.)