
Se conocen, se sienten sumamente atraídos el uno por el otro, gustos en común y conversación interminable, inician una relación, hacen el amor……. y comienza la guerra. Así sucede con algunas parejas gays más a menudo de lo que usted se imagina. Cuando uno liberal se une con un conservador o viceversa, muchos factores entran en riesgo.
Dicen que en la variedad está el gusto, pero cuando se trata de una pareja dispareja, este conocido refrán pierde validez. No es tema reciente, el hecho de que ciertas parejas tengan sus discordias a la hora de intimar, pero para tranquilidad de todos, existen maneras de hacer las paces en el campo de batalla.
HAY QUE NEGOCIAR
Como en todo aspecto de nuestras vidas, en el amor también es necesario negociar. Si queremos lograr armonía en la intimidad, el primer paso para lograrlo es por medio de una discusión franca y abierta. Cuando la pareja habla del problema,se acerca cada vez más a la solución, pero si por el contrario, se niega a expresar lo que siente cuando hace o deja de hacer, las cosas se complican y lo peor, crean un ambiente negativo y genera mucha insatisfacción.
Una vez delimitado el problema, es posible encontrar una solución intermedia, eso sí, si ambas partes se disponen a ello, porque de lo contrario, se deja de lado el objetivo inicial y más bien uno de los dos termina sometido a los deseos del otro.
DAR PARA RECIBIR
En cualquier tipo de convenio es indispensable sacrificar algo para obtener beneficio y mucho más cuando nos referimos al tema del sexo en pareja. Es decir, si a su pareja no le gusta determinada conducta suya; por ejemplo tener pornografía en casa para entrar en calor, ya sea porque lo considera sucio o va en contra de sus valores, usted puede recurrir a otras opciones para calentar el encuentro, como películas con transfondo erótico, no necesariamente porno que tienen una trama interesante con una fuerte dosis de erotismo que pueden encender la hoguera. De esta manera, se asegura lograr su objetivo sin mayor discusión. Se trata de ceder un poco y dar sin exigir demasiado, de manera que su pareja se sienta cómoda y a gusto para experimentar.
CUESTION DE TIEMPO
Ante todo tiene que haber disposición y constancia por parte de los dos, pero el tiempo se encargará del resto. Con paciencia y buena comunicación, sobretodo en el tema de las inhibiciones, tabúes y prohibiciones mentales de cada uno, irán poco a poco perfeccionado los encuentros íntimos hasta lograr un balance casi perfecto.
AMOR PROPIO
Cuando uno de ellos tiene mayores necesidades sexuales que el otro, es importante comentarlo abiertamente. Incluso reírse un poco de la situación ayuda a alivianar la tensión que se pueda generar alrededor del tema; pero sobretodo muy importante, nunca le inhiba o le critique a su pareja la iniciativa de darse placer propio, porque eso además de que permite intimidad personal, ayuda a calmar los ánimos de su pareja fogosa y es una alternativa sana y segura para ambos. De igual manera, ayudar al que se encuentra en situaciones incómodas para intimar es saludable, los ejemplos son muchos y ampliamente conocidos: cremas, masajes, caricias, lenguaje sexy, mensajes románticos, etc.
No importa cuál sea su estrategia personal, considere siempre a su media naranja para que esa lucha no se convierta en guerra, y piense en la recompensa final: un encuentro pasional y maravilloso con la persona que ama.
Fuente: Puebla Gay