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27 de octubre de 2011

Las personas trans, sin derecho a la salud

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Se les niega el derecho a la salud. Como consecuencia, la mayoría de las personas trans (travestis, transexuales y transgénero), se automedica y la mitad se somete a intervenciones corporales fuera del ámbito médico, es decir, recibe implante de siliconas industriales, aceites, vaselina, etc. informalmente y con complicaciones en la mayoría de los casos.

Con este informe de situación en su poder, el médico psiquiatra y sexólogo Adrián Helien, coordinador de Grupo de Atención a Personas Transexuales en el Hospital Durand decidió organizar las primeras jornadas de diversidad sexual para el 5 de noviembre próximo. La intención es que los profesionales de la salud tomen en cuenta esta realidad y empiecen a incluir a estos pacientes históricamente ignorados por el sistema de salud en la Argentina.

En una entrevista con Boquitas pintadas, Helien, uno de los especialistas con más experiencia en tema (el Hospital Durand es el único lugar en el país con atención integral a personas trans), adelanta una de las presentaciones de las jornadas, la referida al abordaje integral de la salud de las personas transexuales; detalla las cifras de la exclusión que afectan a este sector de la población; habla de la necesidad de un plan integral por medio de una ley nacional, entre otras cuestiones.

-¿Cuál es la situación de las personas trans desde el punto de vista de la salud?

-Es compleja porque no hay una ley de identidad de género que de cuenta de la situación legal y que incluya dentro del sistema de salud a las personas transexuales. En todo el país hay un solo lugar público que las atiende en forma integral, que es el Grupo de Atención a Personas Transexuales del Hospital Durand. También se hacen cirugías en el Hospital Gutiérrez de La Plata. Es muy poca oferta para la demanda de salud trans de todo el territorio.

-¿Qué consecuencias trae esta falta?

-Muchas personas al no tener acceso al sistema “oficial” de salud buscan solución a su problemática por fuera (en Internet, con otras personas trans, etc.). Esto tiene sus costos. El 60 % de las personas que concurrieron al Hospital Durand se había auto medicado con hormonas y el 45 % se había sometido a intervenciones corporales fuera del ámbito médico con complicaciones en la mayoría de los casos y riesgos para su salud, todas estas, situaciones evitables si hubiese existido una atención médica adecuada.

-¿Cómo es el sistema legal? ¿Se permiten operaciones de cambio de sexo?

-Existen leyes que prohíben las reasignaciones quirúrgicas. Explícitamente la ley 17732 de ejercicio de la medicina en su artículo 19 prohíbe las cirugías genitales en la Argentina. Con lo cual, sólo se accede a una cirugía así vía judicial, previo diagnóstico de transexualidad, según el Manual de Psiquiatría DSM IV. Así, un tema vinculado a la salud y a los derechos humanos queda sometido a un juicio, con todo lo que implica (proceso judicial, tiempos de espera, pericias judiciales, exámenes médicos, etc.). Lo más lamentable es que mientras tanto la persona transexual no tiene documento que la represente y esto le trae enormes consecuencias en su salud y en su vida cotidiana.

-¿Cuál es el promedio de vida de una persona trans en la Argentina?

-No hay estadísticas en la Argentina. Pero según mi experiencia la calidad de vida se encuentra seriamente comprometida al no poder, desde el vamos, vivir con reconocimiento de su verdadera identidad, al tener dificultades en la integración social, problemas en su vida íntima y poco o nulo acceso dentro del sistema de salud. En la Argentina faltan estudios e investigación que nos ayuden a los profesionales a tener más evidencias para dar mejor atención.

-¿Como debería ser un abordaje integral de la salud de personas transexuales?

-Corresponde que, una vez confirmada la situación de transexualidad, un equipo interdisciplinario especializado acompañe el proceso de reasignación genérica. El equipo primero aclara dudas, informa y trata de evitar posibles complicaciones psicofísicas. Existe un derecho inalienable de las personas a decidir sobre su cuerpo y su identidad, pero con la máxima responsabilidad, es decir, luego de recibir toda la información y asumiendo las consecuencias de sus actos. Luego, si corresponde, cambiamos el cuerpo a lo que la persona siente y considera su sexo verdadero.

Hay que aclarar que, según las concepciones más actuales, la persona transexual lo es antes y aun sin operarse los genitales, ya que no todos llegan a hacerlo. También hay que remarcar que es un tema de salud en forma integral, no sólo de hormonas y cirugía.


-Existe un proyecto de ley en la Argentina que propone garantizar el acceso a la salud a personas travestis y transexuales y que el Estado garantice las operaciones de cambio de sexo y los procesos hormonales: ¿Cómo lo ve?

-Es necesario. Hoy las personas trans no tienen un reconocimiento formal dentro del sistema jurídico médico legal. Hay que solucionarlo y, luego, garantizar el acceso igualitario al sistema de salud como a cualquier persona y con derechos plenos.

-Se avanza en la ley de identidad de género en el Congreso: ¿cree que sería una oportunidad para debatir sobre la salud de quienes quieren adecuar su cuerpo a su verdadera identidad?

-De eso se trata. La persona transexual lucha por su derecho a la identidad y a la vez por su derecho a la salud. Ambos factores son convergentes y tienen que ser atendidos a la vez. Lo que sucede es que el tema de la identidad es poco entendido y conocido, por eso es objeto de controversias. Pero la salida es atender a las personas y sus necesidades reales, eliminando prejuicios, discriminación, con un enfoque más científico y más humano.


El proyecto de ley de atención sanitaria

El secretario de Diversidad Sexual del Partido Socialista de la Ciudad de Buenos Aires, Facundo García, uno de los impulsores de este proyecto de ley de atención sanitaria integral conversa con Boquitas pintadas y se explaya en los alcances, las motivaciones de esta iniciativa. La autoría del proyecto es la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Tras. En términos formales, fue presentado por Roy Cortina (Partido Socialista), Juliana Di Tullio (PJ-FPV), Maria Luisa Storani (UCR) y Laura Alonso (PRO), entre otros diputados, lo cual muestra el amplio consenso que existe entre los principales bloques del Congreso.

-¿En qué consiste este proyecto?

-La ley de atención sanitaria integral apunta a procurar el acceso a la salud a travestis y transexuales y, en particular, para que el Estado garantice las operaciones de cambio de sexo y los procesos hormonales. Implica un cambio en el paradigma de salud porque hoy las personas trans para el discurso de la medicina son personas enfermas, padecen una patología. Lo que logramos con esta Ley es el respeto y reconocimiento a la construcción de la identidad de género en los ámbitos de salud como un derecho. Es un concepto de salud más integral.

-¿Qué los motivó a enfocarse en la salud de las personas trans?

-En nuestro país, hablar de la población travesti y trans es hablar de las ciudadanas con menos derechos de nuestra comunidad. Son miles de personas en estas condiciones. El promedio de vida en la Argentina no supera los 35 años y, por otro lado, por la falta de respeto a este derecho que es la identidad (el 90% debe recurrir al trabajo sexual para poder sobrevivir, acceder a su manutención). Por otro lado, hay otro montón de derechos vulnerados: a la educación, a la salud, a la vivienda digna a los cuales esta población no accede. Por eso estamos trabajando tan fuertemente en estas dos iniciativas que ponen un piso para empezar a construir ciudadanía.

¿Creés que es una ley necesaria?




Fuente: Boquitas Pintadas

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