
Los actores Carlos Echeverría (profesor) y Javier De Pietro (alumno)
El cineasta Marco Berger se metió con un tema controvertido: Ausente, la película que dirige y que está en cartel en varios cines de Buenos Aires, cuenta la historia de un alumno gay que se enamora de su profesor y, a partir de una estrategia, logra dormir en su casa.
Cuando habla de la película con Boquitas pintadas, Marco reconoce que le interesó poner en juego los deseos sexuales de los personajes y se animó a plantear el despertar de la homosexualidad de un adolescente y su vínculo con un mayor. “Lo controversial es el tema de la edad, pero también quería romper con eso”, dice. Entonces, explica que con “la película busca mostrar que los adolescentes explotan en deseo sexual y que está bueno que los adultos reconozcan ese deseo y no lo oculten”.
El director de Plan B (una película de 2009, de la que hablamos en Boquitas), esta vez cuenta entretelones de Ausente. Más abajo, transcribo la entrevista completa con Marco, que también habla de su propia salida del clóset a sus 18 años, de la soledad que se vive entonces, de su militancia LBGT a través de las películas, de la riqueza de la producción audiovisual en la Argentina, de la ley de medios…
- En Ausente te propusiste abordar un tema controvertido, ¿por qué?
- Sí, está el tema de la diversidad en el ámbito educativo. Me interesaba poner en juego los deseos sexuales. Lo que es controversial también es el tema de la edad, pero también quería romper con eso, poner en juego a los adolescentes que explotan en deseo sexual. Me parece que está bueno que los adultos reconozcan ese deseo y no lo oculten. Todo lo que uno culta, el mejor no miremos, está mal. Mejor reconocerlo, al hablar de eso es mucho mejor para no dejar huecos, para que no haya abuso o algo así.
- ¿En el ámbito de la homosexualidad hay aún menos permisos para hablar?
- Sí, todo está menos permitido. En general, los chicos que reconocen ser gays lo hacen terminando la adolescencia. Es muy difícil decirlo antes. Quizá ahora sea un poco más fácil, pero en mi época no lo era. Recuerdo que yo lo dije cuando tenía 18 años pero la mayoría de mis amigos, a los 22 ó 23. Necesitás estar muy fuerte
- ¿Cómo viviste vos tu homosexualidad en la adolescencia?
- Yo pensaba que lo que deseaba estaba mal. Me había dado cuenta y lo pensé mucho hasta que me di cuenta de que tenía que ser yo como era, que era lo mejor. Hoy no se bien cómo se vive, supongo que fue cambiando porque el tema está en los medios, lo de la ley de matrimonio imagino que instaló el debate en las casas, pero como la adolescencia es dura para todo el mundo…no se…en esa etapa se descubre la identidad y es un momento de sufrimiento. Dejás de ser un nene y tenés que tomar las riendas de tu propia vida.

- ¿Cuando lo contaste te sentiste discriminado?
- No, con mi familia fue un choque fuerte, pero nunca sentí un rechazo. Hicieron lo posible para ver cómo manejar el tema: me recomendaron hacer terapia para ver si era algo real o simplemente una rebeldía, pero sí, hubo un apoyo. No me hicieron una fiesta, obvio, porque es muy difícil pero la familia lo entendió. Entre mis amigos no fue tan difícil tampoco porque terminé el secundario, hice nuevos amigos y a los nuevos por la universidad ya directamente les decía que era gay. Estábamos a fines de los 90 y muchos estaban contentos de que lo contara, como que sentían que era valiente de mi parte decirlo y además lo tomaban con agradecimiento de que se los contara a ellos.
- ¿Sos militante activo en el colectivo LGBT?
-Mi forma de militancia son mis películas. Sí fui a marchas del orgullo y del matrimonio, pero no milito directamente.
- ¿Sentís una demanda de la comunidad homosexual en ese sentido?
- No, no la siento. Al contrario, las historias que creé identificaron a mucha gente y eso es valorado. Es como que había una demanda en el aire y yo ocupé ese lugar con las películas. Por ejemplo, con Plan B siento que ocupé un lugar más que nada de haber mostrado el deseo de un hombre por otro hombre de un modo distinto, saliendo del cliché: dos pibes comunes que se enamoran. Y siento que hubo un agradecimiento, es una militancia indirecta. Milito haciendo el cine que hago.
- ¿Creés que tus películas te acercan sólo a un público gay?
Me pasó con la película que tiene tres tipos de espectadores posibles: el gay, que disfrutó de la película porque entiende de qué se trata este mundo; el curioso, bisexual, a quien la película le despierta cosas y pensó en que quizá haya otras posibilidades y no significa ser gays; y el espectador que se reconoce hétero y disfruta de la película como tal. Yo soy espectador de Pretty Woman, me encanta la película y no significa que sea de heterosexuales. Muchas chicas disfrutan de la película por lo que pasa, por el amor, por el humor…por todo lo que pasa allí no pensando en lo sexual.
- Cada vez más películas hablan de diversidad sexual: ¿Preferís que se proyecten en festivales gays o te interesa más que formen parte del corpus?
-Lo mejor sería que formara parte del corpus general, pero también se que, sobre todo en un momento, si no hubieran existido estos espacios, no se hubieran visto películas gays Hoy por ahí no tiene tanto sentido, pero confío en que con el tiempo las películas de diversidad sean una más, de dos enamorados y no se marque ninguna diferencia. Yo apunto a un público en general, no a un cine gay para nicho.
- ¿Estás con alguna nueva película en mente?
Estoy trabajando en un proyecto nuevo de una película que se va a llamar Mariposa. Si todo sale bien se empieza a filmar el año que viene con fondos extranjeros.
- ¿Aborda la temática homosexual?
- No, es la historia de dos adolescentes, un chico y una chica. No quiero quedarme encasillado…me interesa hablar de muchas cosas.
Fuente: Boquitas Pintadas