Hay vídeos reivindicativos y vídeos. Unos son divertidos, otros combativos, otros tristes, todos con los ojos puestos en un objetivo: La esperanza de una normalización que no llega aún a todos los rincones, y debe hacerlo. Y lo hará.
Mientras tanto, no hay lugar ni para la desesperanza ni para, si apuramos un poco, un respiro. La lucha persistente es la que acaba por dar los mejores resultados. Los que más nos satisfacen, porque suponen la recompensa a un trabajo bien hecho y a décadas casi nunca fáciles en la persecución de un objetivo justo y común.
Entre los vídeos que se han realizado para la normalización del matrimonio gay, me he encontrado hoy con el que os pongo de cabecera. Está tan bien hecho que emociona y contagia. Hacedlo viral.
Fuente: AmbienteG
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