
Las cientos de mujeres lesbianas que tienen hijos siguen en la búsqueda de la igualdad de derechos. Esta vez, anuncian, felices, una conquista: la ciudad de Buenos Aires inscribirá a los hijos de matrimonios igualitarios con los dos apellidos de sus madres y eliminará menciones o aclaraciones discriminatorias sobre la orientación sexual de sus cónyuges. Así la Ciudad de Buenos Aires se pone en sintonía con el resto de las provincias que se adecuan a la ley de matrimonio igualitario, como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, entre otras.
Silvina Maddaleno, madre de trillizos y activista de 100% Diversidad y Derechos –la ONG que junto con Les-madres luchó por esta conquista- habla con Boquitas pintadas sobre este logro y sus significados, así como de las materias pendientes.
“Después de muchas gestiones ante la Asesoría tutelar del Gobierno de la Ciudad y la Subsecretaría de Justicia logramos que las inscripciones de niñas y niños nacidos en familias co-maternales se hagan con los apellidos de ambas mamás y sin que el registro sea discriminatorio como lo estuvo siendo hasta ahora”, informa Silvina, no bien se conoció la resolución.

Ella lo considera un paso muy importante en el reconocimiento igualitario de los chicos criados en familias de dos mamás. Sin embargo, cree que aún resta mucho: este reconocimiento sólo rige para los niños que nacieron después de la sanción de la ley de matrimonio igualitario. “Ahora, queda avanzar en el reconocimiento de cientos de niños y niñas que nacieron antes de la sanción de esta ley así como los nacidos antes de la reforma del Código Civil, hayan o no contraído matrimonio”, aclara.
Silvina, en nombre de las numerosas mamás que integran estas organizaciones de lucha, expresa: “Lo que buscamos es que nuestros hijos estén protegidos legalmente por las dos mamás que tienen, porque no puede ser que aparezcan inscriptos como por madres solteras cuando no es la realidad, cuando eso no es cierto”.
Esa vulneración tiene consecuencias importantes en lo cotidiano y en aspectos fundamentales para la vida de estas familias: carecen de acceso a la obra social, se condicionan las licencias familiares, las herencias, entre otras cuestiones. “La ley de matrimonio igualitario es un piso, abrió el debate pero falta muchísimo”, dice Silvina.
Hace unos meses, en el blog contamos la historia de amor de casi dos décadas de Silvina y Andrea. Ella considera que dar testimonio de vida, hablar de los casos particulares ayudó y ayuda mucho a sensibilizar a parte de la sociedad que aún condena este tipo de familias diversas. “Lo diferente despierta temor, eso es entendible; lo que vemos es que en el trato cotidiano con nosotras las personas cada vez están más abiertas”, cuenta, y en su voz sólo se trasluce comprensión y esperanza. “Es cuestión de conocernos y todo va bien”.
Los aspectos legalesLa Resolución 038/12 instruye al Registro Civil a que en lo sucesivo “admita y proceda a la inscripción de niños/as, cuyos progenitores resulten ser del mismo sexo respetando los términos de la ley 26.618, evitando adicionar constancia lesivas o discriminatorias; y equiparando las mismas sin establecer diferencias entre las partidas de niños/as, ni referencias a la orientación sexual de sus progenitores/as”.De esta forma, se obliga al Registro Civil a “cumplir en relación con el nombre, las estipulaciones del art.37 de la ley 26.618, modificatorio del art.4to de la ley 18.248” en las partidas de nacimiento, certificados y todos los documentos oficiales. Asimismo, se instruye “suprimir de los formularios, inscripciones, partidas y demás documentos oficiales toda referencia que pueda resultar una distinción entre solicitantes del mismo o diverso sexo, generando procesos de identificación y discriminación contrarios al principio de igualdad”.
Fuente: Boquitas Pintadas