Que Diputados cambie lo votado en el Senado

La Iglesia Católica criticó duramente el proyecto de ley aprobado por el Senado que habilita a las parejas homosexuales a adoptar niños. Consideró que serían criados en forma "antinatural" y manifestó la esperanza de que en Diputados se rechace.
"¿A mí me hubiera gustado crecer en una familia con "dos papás" o con "dos mamás"? ¿No fue mejor acaso, crecer con un papá y una mamá? Si mi mujer y yo tuviéramos un accidente y falleciéramos ambos... ¿estaría de acuerdo en que a mis hijos los adoptara una pareja homosexual, o preferiría que los adoptara un matrimonio común y corriente? ¿Cómo puedo imponerles a unos niños que carecen de libertad, de conciencia, de voz y de voto para decidir por sí mismos, la obligación de ser criados por una pareja de homosexuales, si no es lo que querría para mí ni para mis hijos?".
Estas son las preguntas que a juicio de la Iglesia Católica deberían plantearse los diputados al votar el proyecto de ley, sancionado por el Senado, que habilita a los homosexuales a adoptar niños.
La Archidiócesis de Montevideo, a través de un comunicado del Instituto Pastoral de Bioética "Juan Pablo II", consideró "altamente negativo" este proyecto de ley en el entendido de que "constituye una transgresión a los derechos del niño" y manifestó su pena por el atropello "a la dignidad de la persona humana y en particular de los niños" que cometieron los senadores al aprobarlo.
Para la Iglesia los homosexuales deben ser respetados como personas, pero ese respeto y esa tolerancia "no implican que la sociedad deba admitir, como legítimo, el presunto derecho de las parejas homosexuales a adoptar niños" pues no se les puede imponer "una forma antinatural de convivencia".
Transmitió también su preocupación al ver como "para responder a los intereses de minorías se pretende embarcar a la sociedad uruguaya en un camino destructivo de la niñez desfigurando los valores esenciales de la familia" y felicitó a aquellos legisladores que votaron en contra de lo que califican como "desgraciada iniciativa".
La Iglesia espera que durante el tratamiento en la Cámara de Diputados prime "la sensatez y el sentido de responsabilidad para con tantos niños y niñas uruguayos que ya tienen suficiente con carecer de una familia, y no necesitan que encima se les imponga la carga de una crianza antinatural".
El comunicado afirma que la familia "es la base de la sociedad porque, sustentada en la unión de un varón y una mujer, tiene la posibilidad de trasmitir la vida y con ello posibilitar el desarrollo de la misma sociedad. Este es un principio de ley natural que va más allá de nuestros gustos, preferencias o creencias y que además está recogido en la Carta Magna".
La Iglesia entiende que los niños requieren de una figura paterna y de una figura materna. "Una pareja homosexual, que por serlo no puede brindar esta presencia, no está objetivamente en condiciones de reclamar el derecho de adoptar niños", según el comunicado.
Además señaló que la evidencia científica internacional indica que hay mayores porcentajes de homosexualidad en niños que fueron criados por parejas homosexuales.
También niega que la adopción de parejas homosexuales sea necesaria para sacar a los niños de la situación de calle, teniendo en cuenta la cantidad de parejas heterosexuales que esperan para adoptar y demoran por la burocracia.
El cambio en el proceso de adopción, al sustituir al juez a la hora de calificar los requisitos pasando el tema a la órbita del Ejecutivo, "resta garantías y seguridad en un proceso tan importante", se señaló.
Garantizar el interés superior del niño
El Comunicado del Instituto Pastoral de Bioética recuerda que, de acuerdo a la Convención Internacional de la Haya y al Código de la Niñez y de la Adolescencia, en la adopción siempre debe primar el interés del niño pues la finalidad del proceso es encontrar una familia para un niño y no encontrar un niño para una pareja.
La Iglesia entiende que en este proyecto de ley se invierte el orden al posibilitar que el niño esté al cuidado de dos personas del mismo sexo. A juicio de esta institución no se respeta el interés superior del niño que debe ser criado por un hombre y una mujer para un buen desarrollo.
"Un niño no sólo necesita afecto y alimentación sino que naturalmente, para su correcto desarrollo psico-afectivo, necesita ser educado y formado en lo posible por un padre y una madre", explica la Iglesia.
En ese sentido se pregunta qué respuestas se deben dar a los niños que al ser adoptados por una pareja homosexual sufran tensiones psicológicas generadas por el entorno en el que viven y cómo se les explica las diferencias con sus amigos que tienen madre y padre.
Discusión parlamentaria
El miércoles 16 de julio fue aprobado por el Senado un proyecto del Poder Ejecutivo de modificaciones al Código de la Niñez en la adopción.
Quedó abierta la posibilidad de que parejas homosexuales adopten a menores al fracasar un aditivo que lo impedía expresamente, promovido por el Partido Nacional.
Los legisladores nacionalistas argumentaron que estas adopciones pueden condicionar las opciones sexuales futuras de los niños.
También señalaron que en el país hay numerosas parejas heterosexuales en condiciones de adoptar, por lo cual no es necesario insertar a niños en hogares de parejas de un mismo sexo. Hoy hay 200 parejas en la lista del INAU, que da en adopción unos 60 niños por año.
Los legisladores frenteamplistas, en cambio, sostuvieron que incorporar al Código de la Niñez una disposición en el sentido indicado por el Partido Nacional sería discriminatorio.
A pesar de esta controversia, la mayoría de los artículos del Código se aprobaron con el apoyo de la oposición.
Será la Cámara de Diputados la que estudie ahora el proyecto, que tiene media sanción, y defina si el mismo se convierte en ley.
La Iglesia Católica criticó duramente el proyecto de ley aprobado por el Senado que habilita a las parejas homosexuales a adoptar niños. Consideró que serían criados en forma "antinatural" y manifestó la esperanza de que en Diputados se rechace.
"¿A mí me hubiera gustado crecer en una familia con "dos papás" o con "dos mamás"? ¿No fue mejor acaso, crecer con un papá y una mamá? Si mi mujer y yo tuviéramos un accidente y falleciéramos ambos... ¿estaría de acuerdo en que a mis hijos los adoptara una pareja homosexual, o preferiría que los adoptara un matrimonio común y corriente? ¿Cómo puedo imponerles a unos niños que carecen de libertad, de conciencia, de voz y de voto para decidir por sí mismos, la obligación de ser criados por una pareja de homosexuales, si no es lo que querría para mí ni para mis hijos?".
Estas son las preguntas que a juicio de la Iglesia Católica deberían plantearse los diputados al votar el proyecto de ley, sancionado por el Senado, que habilita a los homosexuales a adoptar niños.
La Archidiócesis de Montevideo, a través de un comunicado del Instituto Pastoral de Bioética "Juan Pablo II", consideró "altamente negativo" este proyecto de ley en el entendido de que "constituye una transgresión a los derechos del niño" y manifestó su pena por el atropello "a la dignidad de la persona humana y en particular de los niños" que cometieron los senadores al aprobarlo.
Para la Iglesia los homosexuales deben ser respetados como personas, pero ese respeto y esa tolerancia "no implican que la sociedad deba admitir, como legítimo, el presunto derecho de las parejas homosexuales a adoptar niños" pues no se les puede imponer "una forma antinatural de convivencia".
Transmitió también su preocupación al ver como "para responder a los intereses de minorías se pretende embarcar a la sociedad uruguaya en un camino destructivo de la niñez desfigurando los valores esenciales de la familia" y felicitó a aquellos legisladores que votaron en contra de lo que califican como "desgraciada iniciativa".
La Iglesia espera que durante el tratamiento en la Cámara de Diputados prime "la sensatez y el sentido de responsabilidad para con tantos niños y niñas uruguayos que ya tienen suficiente con carecer de una familia, y no necesitan que encima se les imponga la carga de una crianza antinatural".
El comunicado afirma que la familia "es la base de la sociedad porque, sustentada en la unión de un varón y una mujer, tiene la posibilidad de trasmitir la vida y con ello posibilitar el desarrollo de la misma sociedad. Este es un principio de ley natural que va más allá de nuestros gustos, preferencias o creencias y que además está recogido en la Carta Magna".
La Iglesia entiende que los niños requieren de una figura paterna y de una figura materna. "Una pareja homosexual, que por serlo no puede brindar esta presencia, no está objetivamente en condiciones de reclamar el derecho de adoptar niños", según el comunicado.
Además señaló que la evidencia científica internacional indica que hay mayores porcentajes de homosexualidad en niños que fueron criados por parejas homosexuales.
También niega que la adopción de parejas homosexuales sea necesaria para sacar a los niños de la situación de calle, teniendo en cuenta la cantidad de parejas heterosexuales que esperan para adoptar y demoran por la burocracia.
El cambio en el proceso de adopción, al sustituir al juez a la hora de calificar los requisitos pasando el tema a la órbita del Ejecutivo, "resta garantías y seguridad en un proceso tan importante", se señaló.
Garantizar el interés superior del niño
El Comunicado del Instituto Pastoral de Bioética recuerda que, de acuerdo a la Convención Internacional de la Haya y al Código de la Niñez y de la Adolescencia, en la adopción siempre debe primar el interés del niño pues la finalidad del proceso es encontrar una familia para un niño y no encontrar un niño para una pareja.
La Iglesia entiende que en este proyecto de ley se invierte el orden al posibilitar que el niño esté al cuidado de dos personas del mismo sexo. A juicio de esta institución no se respeta el interés superior del niño que debe ser criado por un hombre y una mujer para un buen desarrollo.
"Un niño no sólo necesita afecto y alimentación sino que naturalmente, para su correcto desarrollo psico-afectivo, necesita ser educado y formado en lo posible por un padre y una madre", explica la Iglesia.
En ese sentido se pregunta qué respuestas se deben dar a los niños que al ser adoptados por una pareja homosexual sufran tensiones psicológicas generadas por el entorno en el que viven y cómo se les explica las diferencias con sus amigos que tienen madre y padre.
Discusión parlamentaria
El miércoles 16 de julio fue aprobado por el Senado un proyecto del Poder Ejecutivo de modificaciones al Código de la Niñez en la adopción.
Quedó abierta la posibilidad de que parejas homosexuales adopten a menores al fracasar un aditivo que lo impedía expresamente, promovido por el Partido Nacional.
Los legisladores nacionalistas argumentaron que estas adopciones pueden condicionar las opciones sexuales futuras de los niños.
También señalaron que en el país hay numerosas parejas heterosexuales en condiciones de adoptar, por lo cual no es necesario insertar a niños en hogares de parejas de un mismo sexo. Hoy hay 200 parejas en la lista del INAU, que da en adopción unos 60 niños por año.
Los legisladores frenteamplistas, en cambio, sostuvieron que incorporar al Código de la Niñez una disposición en el sentido indicado por el Partido Nacional sería discriminatorio.
A pesar de esta controversia, la mayoría de los artículos del Código se aprobaron con el apoyo de la oposición.
Será la Cámara de Diputados la que estudie ahora el proyecto, que tiene media sanción, y defina si el mismo se convierte en ley.