
Un político holandés, Boris van der Ham, sugirió que el gobierno de su país debería otorgar una protección constitucional a las personas LGBT, para incrementar la seguridad contra ataques homofóbicos, particularmente en Ámsterdam. Las declaraciones del también activista apelan a una encuesta realizada hace algunos meses, la cual reveló que más de la mitad de los gays holandeses se sintieron menos seguros en el último año debido a la creciente racha de ataques homofóbicos. La imagen de Ámsterdam como la capital gay del mundo conlleva también la amenaza de sufrir más ataques homofóbicos que en cualquier otra parte del mundo, ya que la población heterosexual local se ha sentido invadida, y en los últimos años han incrementado los índices de agresiones homofóbicas. El gobierno de Holanda se ha comprometido a la promoción activa de la aceptación del colectivo LGBT, incluso a pesar de las constantes agresiones a personas de la diversidad sexual.