
La sífilis, patología de transmisión sexual, pese a sonar a enfermedad del Renacimiento es un problema que ha repuntado en pleno siglo XXI. Sólo en Granada, el número de casos casi se han triplicado en los últimos cinco años pasando de los 19 registrados en el año 2003 a los 69 detectados en el cierre de 2008, según los datos aportados por el servicio provincial de Epidemiología de la delegación de Salud. Aunque los casos no son muy numerosos, sí resulta bastante significativo el hecho de que durante los años de apogeo de la enfermedad del sida, la sífilis era casi una anécdota. Cuando la enfermedad del VIH se convirtió en una infección crónica y no letal, la sífilis comenzó a crecer. «Detrás de estos datos se encuentra la relajación que ha habido, sobre todo en la población más joven, con el uso del preservativo», comenta Juan Laguna, jefe provincial de Epidemiología.
La sífilis nunca pasa desapercibida. Sus primeros síntomas suelen aparecer a las tres o cuatro semanas de haberse producido la infección. La primera señal suele ser una llaga, que no es dolorosa y que aparece cerca de los órganos genitales. Esta úlcera puede venir acompañada de inflamaciones en las glándulas. En una segunda fase, y tras unas cinco o siete semanas, las llagas desaparecen por sí mismas, pero la enfermedad permanece latente en el cuerpo. Unas semanas más tarde suelen aparecer erupciones en cualquier parte de la anatomía, como el tronco, los brazos o las piernas. Otros síntomas que pueden presentarse incluyen cansancio, fiebre, garganta dolorida, dolores de cabeza, ronquera y pérdida de apetito. Estas señales y síntomas duran de 2 a 6 semanas, y desaparecerán incluso si no se recibe ningún tratamiento.
Después de la segunda etapa, la sífilis latente comienza incluso cuando no hay ningún síntoma evidente de enfermedad. Esta etapa puede ocurrir en cualquier momento hasta que se cure o los síntomas serios de la sífilis tardía comiencen.
Sin tratamiento
La etapa última de la sífilis ocurre cuando la patología continúa sin tratamiento. Puede implicar serias repercusiones en la piel, los huesos, el sistema nervioso central y el corazón, y puede causar incapacidad o muerte.
Con el tratamiento apropiado durante la etapa primaria, las llagas desaparecerán y no se llegará a las fases posteriores.
Los médicos recuerdan que, como en otras enfermedades de transmisión sexual, el preservativo es fundamental en la prevención de la sífilis, no sólo durante la penetración, sino durante la práctica de sexo oral también.
Según los datos del servicio de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía, Granada está a la cabeza de casos registrados, teniendo en cuenta la proporción de población, junto con Sevilla y Almería, ésta última encabeza el ránking.
La comparación por distritos sanitarios demuestra que en la capital granadina es donde más casos aparecen, más del 60% del total provincial. También en la ciudad granadina es donde mayor crecimiento se ha experimentado en el último año pasando de 25 casos en 2007 a 45 en el pasado ejercicio.
«La gente joven es la más castigada por este problema, porque es la que más se relaja en el uso del preservativo en estos momentos», concluye Juan Laguna.





Fuente: InforGay