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2 de febrero de 2009

Educación sexual y homosexualidad: De eso no se habla

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Algunas historias, el proyecto que no fue, el librito de Bergoglio y las dudas sobre lo que pasará en las escueñas porteñas.

La Section 28, impulsada en 1987 por el gobierno conservador de Margaret Tatcher y vigente por los siguientes 16 años en el Reino Unido, prohibía cualquier mención a la homosexualidad en las escuelas británicas. En el debate parlamentario, algunos diputados laboristas utilizaron el libro “The Milkman’s on his way”, del escritor inglés David Ress, para fundamentar su rechazo a la iniciativa. Leamos un fragmento: "De camino a casa, rodeaba a Louise con el brazo y la besaba. No porque tuviese ganas, precisamente —aquello no me excitó ni una sola vez—, sino porque era lo que se esperaba de mí. (...) Cada vez que veía a Leslie a solas, éste se pasaba el tiempo hablando de Linda.. (...) Cuando me preguntaba por Louise, le contestaba con evasivas, pero siempre al final acababa admitiendo que no habíamos hecho nada, y que la idea de hacerlo no me provocaba un deseo sexual incontenible, la verdad.

“Se me quedó mirando.

“—¿Qué te pasa? —dijo—. ¿Es que eres mariquita o algo así?

“¿Lo era? Me pregunté si era posible, pero intenté quitarme esa idea de la cabeza: era demasiado horrible para considerarlo siquiera. Nunca había conocido a nadie que lo fuese y un mariquita era para mí un personaje risible, patético y estúpido como el señor Humphreys en aquella serie de televisión. Yo no quería ser así. ¡No era así! Pero, ¿qué era entonces? No lo sabía. Si era marica, aquello podía significar el fin del mundo. Tendría que ocultárselo a mis padres y a todos mis amigos". La novela de Rees es una denuncia contra los prejuicios, la desinformación, la incomprensión familiar y sus consecuencias en la infancia y adolescencia de los homosexuales.

Hablar de “niños y niñas homosexuales” puede sonar fuerte para quienes se acostumbraron a exiliar todo lo sexual al horario de protección al menor. Pero así como las personas heterosexuales comienzan a sentir atracción hacia las personas del sexo opuesto desde muy pequeñas y a tener curiosidad e interés por la sexualidad cada vez más temprano, lo mismo les ocurre a gays, lesbianas y bisexuales. Nadie parece preocuparse cuando un chico tiene novia, le gusta una chica o se identifica con historias de ficción o juegos en las que el erotismo está presente. ¿Y si tiene novio o le gusta otro chico?

La escuela parece no tener respuestas: cada vez que se habla de educación sexual, el temario no va más allá de la clase de biología reproductiva y, en el mejor de los casos, la prevención del vih y los embarazos no deseados, aunque estos últimos temas son resistidos por el lobby eclesiástico. Pero desde aquel viejo video de Johnson & Johnson con Pablito Rago, lo poco que hay viene en formato chico-chica. Para los niños, niñas y adolescentes homosexuales que no tienen la suerte de contar con un ambiente familiar que los apoye, el descubrimiento de su deseo puede encontrarlos solos en el mundo.


No sabe, No Contesta

En 2005, la comisión de educación del Colectivo Gay de Madrid decidió encarar una investigación en los institutos de enseñanza. Para ello, analizaron la información obtenida en las charlas realizadas con alumnos de diferentes escuelas secundarias, entre otras fuentes.

Las principales conclusiones a las que llegaron fueron: que existía un desconocimiento sobre la realidad de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales; que en la base de muchos posicionamientos y comportamientos homofóbicos había una confusión entre el sexo biológico, el género, los papeles y expectativas que se les relacionan, la orientación y las prácticas sexuales; que la sexualidad en general y las identidades sexuales minoritarias en particular estaban invisibilizadas, de modo que muchos/as jóvenes no heterosexuales se sentían aislados, rechazados e incomprendidos.

Algunas de las preguntas de los adolescentes, registradas en los informes, son esclarecedoras de la falta de información: “¿Cuándo pierden la virginidad los gays, cuando dan o cuando les dan?”, “¿Cómo hacen el amor los bisexuales?”, “¿Es normal que un chico tenga sexo con una chica lesbiana, si él es gay?”. La desinformación no era menor entre los y las docentes.


El Currículum oculto

Aun cuando los contenidos curriculares excluyan toda mención a estos temas, el discurso escolar está cargado de significados: la propia omisión es un significado. Según la especialista Graciela Morgade, "decir que la escuela silencia la temática de la sexualidad es enfocar la cuestión de manera demasiado restrictiva: efectivamente se 'habla' poco y nada de las relaciones íntimas, del amor o del placer. Pero eso no implica que no se esté 'diciendo' algo y, menos aún, que la cuestión del sexo permanezca ajena a las prácticas cotidianas".

"Daniel, você tem namorada?", pregunta el profesor de portugués a uno de los alumnos. El chico no percibe el detalle: esa última letra. "Sim, eu tenho namorado", responde. Risas, comentarios en voz baja, confusión. Todos pensaron que era un problema fonético. El profesor insiste:

—Daniel, presta atenção: você tem namorada?

—Sim, eu tenho namorado.

Daniel no entendía lo que le estaban señalando como error. Hablaba con naturalidad, sin darse cuenta hasta qué punto decía la verdad. Entre risas, el profesor vuelve a insistir:

—Você está falando errado. Escuta bem: você tem namoradA?

El énfasis en la «a» final hace que por fin Daniel entienda el mensaje.

—Ah, si... eh... eu tenho namorada.

—Muito bem! —exclama el profesor y, dirigiéndose a una de las chicas— E você, Aldana, tem namorado?... ou namorada? (Risas)

El diálogo es real. No sucedió en una escuela sino en un instituto de idiomas, pero bien podría haber pasado en cualquier aula. Daniel no volvió a hablar en toda la clase.


Educación y Diversidad

"Cuatro alumnos del grupo salen de la sala. Afuera se les dice que, cuando entren, deben discutir delante del resto sobre un tema equis, que no debe estar relacionado con la sexualidad. Mientras los cuatro se preparan, al resto del grupo le decimos que sus compañeros van a discutir sobre un tema y que dos de ellos interpretarán a personas homosexuales. La tarea del grupo consistirá en descubrir quiénes son. Evidentemente, los chicos que van a actuar no saben nada de esto. Al final, seguramente todos 'descubrirán dos homosexuales', con lo cual podremos trabajar no sólo con los estereotipos, sino también con la presunción de la orientación del deseo". La consigna anterior forma parte de una larga serie de propuestas de trabajo para abordar la diversidad sexual en clase que elaboró el Consejo de la Juventud de España. En su informe, este organismo incluye también una serie de consejos para los docentes para trabajar con los prejuicios, los mitos y la desinformación a partir de propuestas didácticas innovadoras y participativas.

Algo como lo anterior hubiese sido posible en la Ciudad de Buenos Aires de haberse aprobado, en 2004, un proyecto de ley de los diputados Krávetz, Suppa y Polimeni que establecía lineamientos para una educación sexual inclusiva que abordase los diferentes aspectos de la sexualidad. Sin embargo, por el lobby de la Iglesia Católica, la oposición cerrada del macrismo y la abstención del ibarrismo, la ley naufragó por pocos votos. El eje principal de la controversia fue la inclusión de la diversidad sexual: "No podemos dejar que el Estado disponga la formación de nuestros hijos, dejando libre la orientación sexual de un chico o chica de seis, siete o más años, planteando por igual la heterosexualidad, la homosexualidad, como si todo fuera natural", advirtió en la sesión el diputado Sanmartino, del partido de López Murphy. Finalmente, la ley aprobada dos años más tarde dejó en manos de cada escuela la definición de los contenidos de la educación sexual "el marco de los valores de su ideario".

Para dejar en claro cuál es "su ideario", la Conferencia Episcopal Argentina editó un libro para educadores católicos en la que la palabra homosexualidad viene al lado de la palabra sida, se desprecia la transexualidad, se condena la masturbación, se recomienda la abstinencia y se dice que las personas divorciadas que se vuelven a casar son adúlteras. ¿Qué pasará en las escuelas públicas de gestión estatal? Habrá que esperar a marzo para saberlo.


Lee mas de Bruno Bimbi en su Blog (enlace)








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