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30 de marzo de 2009

A 17 años del reconocimiento legal de la CHA

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Exultante, el (ex) presidente Carlos Menem contestaba las preguntas de los estudiantes de la Universidad de Columbia en Nueva York. El 18 de noviembre de 1991, la gira norteamericana ya era considerada un éxito y si bien no había conseguido ser nombrado profesor honoris causa, su charla en Columbia le permitiría algo que lo desvelaba: ser conocido en los medios académicos norteamericanos, especialmente entre aquellos que serian los cuadros dirigentes del país. Aquellos con los que se podría hacer negocios en le futuro.

Anticipándose a la jugada, había previsto algo como lo que ocurriría podría suceder. Por eso no se inmuto cuando Alfredo González se paró entre el público y preguntó:

- ¿Puede decirme a que se debe la contradicción que usted pregone la libertad para todos los países pero en el suyo se persiga y discrimine a los homosexuales?


- Le quiero dar dos respuestas – contestó Menem, irritado pero sonriente-. Una, que ordené a mis funcionarios que la dependencia a la que corresponde otorgue la personería jurídica a los homosexuales. La otra es que ese es un problema ya superado en la Argentina.

Alfredo, un sanjuanino que desde 1991 estaba en Nueva York haciendo un doctorado en Antropología, había logrado entrar al salón de la conferencia junto a otros tres colegas suyos de Act Up, una agrupación norteamericana de defensa de los derechos gays en cuya rama latina él militaba. Antes de la charla de Menem, alertados por Rafael Freda de la situación en la Argentina, Act Up pidió una entrevista con el presidente argentino. “Nos dieron con un funcionario menor, pero al final el buen hombre estaba furioso con nosotros porque en las paredes exteriores del consulado habían aparecido pintadas que pedían por la personería jurídica de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). ´Nosotros les hemos dado audiencia, los invitamos a que pasen con nosotros y se sienten a la mesa, pero esperamos que no hayan venido a infectarnos´,dijo”, contó Alfredo.

En entrevista desde Nueva York, y consultado por el periodista Daniel Hadad para Ámbito Financiero, Menem sostenía que “no vamos a poner en la Argentina un muro al avance de los tiempos. En los países avanzados son así. Aquí en Estados Unidos hay manifestaciones con policías que también son gays. Yo prefiero la forma de ser de la Argentina, pero si en los países avanzados se producen estos cambios deberemos admitirlos”.

La personería jurídica de la CHA no solo significaba un reconocimiento estatal a la actividad de una minoría sexual, sino un estatus necesario para recibir financiamiento de organismos internacionales para destinarlo a campañas de lucha contra el sida y la obtención de la igualdad social. Tres años de esfuerzo fueron necesarios para conseguir la personería jurídica, lo que cualquier otra asociación conseguiría sin problemas en un santiamén.

En 1990, tal cual los términos del código civil, la CHA solicitó ante la Inspección General de Justicia el reconocimiento como persona jurídica. El titular del organismo, el veterano dirigente peronista Alberto González Arzac la negó, por considerar a la homosexualidad como una desviación del instinto sexual normal”. El caso pasó a la Cámara de Apelaciones en lo Civil, que en agosto de 1990 denegó el pedido con la firma de los doctores Delfina Borda de Radaelli y Julio Ojea Quintana, en un fallo que decía: “no se deniega en razón de la homosexualidad que pudiera atribuirse a los miembros de la asociación, sino en la descalificación del objeto de la misma, en tanto incluye la publica defensa de la homosexualidad”.

El debate se instaló en los medios.

El filosofo Tomas Abraham escribió en Pagina 12: “La homosexualidad no es un peligro para el hogar. Algunos juristas si lo son. Ni un peligro para la sociedad. Ni las brujas, ni los usureros medievales, ni los gitanos, ni los negros, ni los judíos, ni los musulmanes, ni los disidentes políticos, ni los herejes, jamás fueron un peligro para la sociedad y si APRA algunos privilegios. La homosexualidad no es contranatural porque la sexualidad no es natural. Es cultural. No es biológica, es simbólica. Sexualidad y reproducción biológica no son equivalentes. La Historia es prueba y testimonio de la multiplicidad de sexualidades culturales, desde la amistad entre varones griegos, hasta los amores de los frailes medievales. Pero si inventáramos una naturaleza ideal, la homosexualidad tampoco sería contranatural. La alfabetización y el fútbol también son un rasgo exclusivo de la especie humana y no por eso son contranaturales. EL argentino prototipo se cree muy macho. Su estado anímico-clínico mas frecuente es la paranoia maniaca. Jamás deja que nadie le tome el pelo, pero por sobre todo que nadie le toque el culo. Por eso cuando se niego la personería jurídica a la Comunidad Homosexual Argentina, se es coherente con una fuerte tradición nacional. Que por suerte no es eterna. Los homosexuales si son eternos, aunque a muchos les duela”.

No fue el único en quejarse.

Un grupo de diputados, en un proyecto de declaración que elevó ante la Cámara Baja, consideró que “rechazar el pedido de personería jurídica solicitado por una organización que defiende explícitamente los derechos de una minoría es un caso paradigmático de discriminación”.

La CHA promovió un recurso extraordinario y en octubre de 1990 la Cámara de Apelaciones en lo Civil elevó la causa a la Corte Suprema, que solo una semana después de que Menem se ufanase en Columbia diciendo que “este es un problema superado en la Argentina”, el 25 de noviembre de 1991, lo contradijo negando la personería por siete votos contra dos. El fallo se apoyaba en los fundamentos de la Inspección General de Justicia sobre que “la moral cristiana rechaza este tipo de conductas por ser contrarias a los objetivos de la reproducción de la especie”.

Menem no quería que este tema impidiese su delirante entrada al Primer Mundo y el 20 de marzo de 1992 firmó el decreto por el cual la Dirección General de Justicia otorgó la personería jurídica a la Comunidad Homosexual Argentina.

Como uno de los objetivos básicos de la CHA desde su creación en 1984 era “generar ámbitos de reflexión multidisciplinarios y estudios sobre la problemática homosexual y difundirlos”, se temía que eso significase “hacer publicidad de la homosexualidad”. Como si alguien se hiciese homosexual por ver una propaganda. Pese a lo absurdo del argumento, la CHA aceptó que en el párrafo sobre “ámbitos de reflexión y estudios” se especificase que serian de carácter científico y reemplazó “problemática homosexual” por “problemática sexual”.

Mónica Santino, copresidenta de la CHA, aclaró: “Nunca estuvo en nuestras intenciones difundir la homosexualidad, además nadie se hace homosexual por propaganda”, pero reconoció que la personería “significa sobre todo salir de las sombras y llamas a las cosas por su nombre, lo que no implica que la discriminación hacia los homosexuales haya llegado a su fin. Cuando esto suceda habrá llegado el momento de cerrar las puertas de la Comunidad Homosexual Argentina”.

Tras este logro, la agrupación SIGLA (Sociedad de Integración Gay Lesbica Argentina) dirigida hasta hoy por Rafael Freda, obtuvo su personería jurídica en menos de un año sin ningún inconveniente. Los ´90 fueron un periodo de efervescencia militante. Ya en 1987 había llegado a Buenos Aires la Iglesia de la Comunidad Metropolitana, a cargo del pastor Roberto González, y se había creado el grupo Cuadernos de Existencia Lesbiana. En 1990 se fundó el grupo de lesbianas feministas Las Lunas y las Otras. En mayo de 1991 Karina Urbina fundó Transexuales por el Derecho a la Vida y a la Identidad (Transdevi). El 1º de octubre de 1991 nació Gays DC, con Jáuregui a la cabeza, con el objetivo de instalar el tema gay en la agenda de los medios. En 1992 algunos ex integrantes de la CHA formaron el grupo de Investigación en Sexualidad e Interacción Social (ISIS). En junio de ese año se creo Convocatoria Lesbiana y surgió la Asociación Travestis Transexuales Transgeneros de Argentina (ATTTA). El 2 de julio, se realizó la Primera Marcha del Orgullo en el que participan unas 300 personas que marcharon desde Plaza de Mayo hasta el Congreso. Se repetiría todos los años, pero desde 1997 se realiza el primer sábado de noviembre en homenaje al grupo Nuestro Mundo. En noviembre, se desprendió del Grupo Isis el Grupo de Reflexión Autogestiva Lesbiana (Gral). En mayo de 1993 se crearon el Colectivo Eros, agrupación de estudiantes gays y lesbianas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y el grupo Travestis Unidas, y en julio nació el Grupo NEXO.

En dialogó con SentidoG.com, Cesar Cigliutti, actual presidente de la CHA, recordó con alegría el aniversario, y sostuvo que “aún falta mucho trabajo por realizar. Ese fue uno de los primeros que conseguimos y sirvió de antecedente para el reconocimiento de la Justicia de nuestra lucha como Comunidad LGTB. Pero aún se sigue criminalizando la homosexualidad en muchas partes de nuestro país, y trabajamos para erradicar esa homofobia”.








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