Las agresiones basadas en la orientación sexual de la víctima serán ahora un delito federal. Se amplía así una ley de 1968 que protege a minorías étnicas y religiosas.
El Senado norteamericano ha aprobado finalmente la llamada “Ley Matthew Shepard”, en virtud de la cuál los crímenes basados en la orientación sexual de la víctima serán considerados delitos federales.
La norma en verdad amplía una ley que data de 1968 y que sólo incluía protección especial para las víctimas de ataques racistas o de aquellos motivados por las creencias religiosas.
Con la mayoría de los republicanos opuestos a la medida, el Senado finalmente votó a favor del proyecto, por 68 votos contra 29.
La ley, largamente esperada por la comunidad LGTB norteamericana, sigue siendo resistida por los sectores conservadores del Partido Republicano que consideran que “crea una clase especial de víctimas”. Además, los detractores sostienen que la norma podría censurar y sancionar a aquellos clérigos que se oponen a la homosexualidad.
Sin embargo, el senador demócrata de Maryland, Ben Cardin ha enfatizado que “nada en esta ley disminuye la libertad religiosa o de palabra”. “Déjenme ser bien claro. La ley Matthew Shepard está destinada a prevenir y proteger hechos, no palabras”, agregó Cardin.
Por su parte, el presidente de la organización Human Rights Campaign, Joe Solmonese ha celebrado la aprobación de la norma señalando que “mucha gente de nuestra comunidad ha sido devastada por el odio y la violencia”.
Un caso emblemático
Matthew Sheppard murió en Laramie (Wyoming) en octubre de 1998, tras ser atacado y torturado por dos personas que se hicieron pasar por homosexuales. Aunque los asesinos fueron condenados a cadena perpetua, su caso instaló en la opinión pública norteamericana el debate sobre los crímenes motivados por el odio y la homofobia.
La repercusión del episodio se tradujo incluso en la película The Laramie Project, basada a su vez en una obra de teatro del mismo nombre.
Fuente: Universo Gay
.png "English"){kind=small}
