Mucho se ha discutido, y este portal no ha sido la excepción, acerca de la homofobia en los medios, sobre todo en los programas y segmentos humorísticos. También se ha denunciado. Uno de los productos televisivos más cuestionados en este sentido ha sido “Showmatch”. Incluso le ha valido un informe en el observatorio del INADI, que ha hecho un seguimiento, durante los años 2007 y 2008, de sus segmentos “Bailando” y “Patinando”, con respecto al “uso reiterado de estereotipos negativos y expresiones discriminatorias por motivos de género (entre mujeres y varones y por diversa orientación sexual y/o identidad y expresión de género), por aspecto físico y por discapacidad”.
Es un hecho que, a lo largo de sus ciclos, el show ha incluido a todas las poblaciones que se le acusa discriminar, tanto en el rol de participantes como de jurados (atenti, que las jerarquías suelen tener su importancia en estos temas). Ahora bien, estas variadas incorporaciones, ¿no posicionan a Showmatch como un espacio inclusivo, lejos del rechazo que encarnaría una discriminación de hecho? Sin embargo, la discriminación no está reñida con el concepto de inclusión, sino con el trato inferior que se le brinda a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, sexuales y etcétera.
Parece que, para el caso específico de Showmatch, el problema pasa por la administración del humor. El humor basado en “el otro”. La descalificación “en la cara” del otro. La burla. ¿Aunque el otro, allí presente, lo consienta?
El humor sobre “el otro” es una polémica que por lo menos en nuestra sociedad permanece inconclusa. ¿Un chiste sobre putos discrimina a los gays? Los más extremistas afirman que sí. ¿Está mal que Tinelli le corte la pollerita a Luciana Salazar? Podría objetarse que se representa a la mujer a través de sus características físicas (cosificación). ¿Y si le toca la cola a Flavio Mendoza? ¿Y si Flavio lo toca a él?
¿Ustedes qué opinan?
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