Jamey Rodemeyer, un joven gay de 14 años, se suicidó recientemente en Estados Unidos tras ser víctima durante más de un año del acoso homófobo. Su funeral, al igual que su historia, ha conseguido un gran eco en el país, con la participación de más de 500 personas. La policía ha comenzado una investigación en torno al suceso.
La semana pasada se dio a conocer el suicidio de Jamey Rodemeyer, un joven de 14 años de la región estadounidense de Buffalo, que tras ser víctima durante más de un año del acoso y la discriminación por homofobia, se quitó la vida.
Su muerte ha conmocionado a la sociedad norteamericana, surgiendo distintas iniciativas para luchar contra el acoso que sufren los jóvenes, una discriminación que según portavoces gubernamentales estaría aumentando rápidamente en el país.
La repercusión de su muerte ha supuesto que más de 500 personas se desplazaran hasta el funeral del chico, procedentes de distintas partes de Estados Unidos, con la intención de poder demostrar su rechazo hacia acoso que sufrió en vida.
Desde la Unidad Especial del Departamento de Policía de Amherst ya han dado a conocer a los medios de comunicación la apertura de una investigación para determinar quienes llevaron a cabo el acoso contra el chico y tomar las correspondientes medidas contra los mismos.
"Vamos a examinar si ha sido víctima de algún delito previo a su suicidio. No estamos indicando nada en particular, no especularemos en este momento, pero de alguna manera, podrían haber existido crímenes cometidos contra él", manifestó el jefe de policía John C. Askey.
Fuente: Universo Gay
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