Cuando me pongo a pensar en que uno de los personajes más oscuros y sombríos que ha aparecido en mis novelas, y al mismo tiempo uno de los que más ha llamado la atención, está basado en un amigo que me contó su vida y sus deseos más ocultos, es algo que no me sorprende. Sabía que su vida era interesante, pero el haber podido describirlo y que le llegue a los lectores, me ha llenado de orgullo personal.
Después de un año de haber sido publicada mi novela “Adagio”, quise tener una charla personal con Alexis, en quien está basado el personaje de Darko. Alexis, Alex y Alextron son tres de los nombres a los que responde. Yo lo llamo Alexis y siempre voy a disfrutar de su mirada intensa y de la manera calmada en la que habla.
Para quien no ha leído “Adagio”, Darko es un chico atormentado que pertenece a la tribu urbana de los vampiros góticos. Un vampiro diminuto, hermoso, tierno y lleno de pasión.
-Alexis,-le dije.-Antes que nada, me gustaría saber qué sentiste al ver tu vida reflejada de manera tan fiel en una novela.
-Por un lado sentí una tremenda emoción, porque es rico que alguien te tome en cuenta para algo importante. Me sentí también muy orgulloso. Por otro lado, parece que te conté demasiadas cosas de mí.
-¿Llegó a molestarte algo de lo que eescribí?
-¡Para nada! Lo que sucede es que sentí mucha nostalgia y añoranza por el mundo oscuro que fue de aprendizaje cultural, místico, social y sexual para mí. También sentí mucha pena porque al leer todo eso, fue como vivir de nuevo toda la soledad que me rodea, y que es la razón por la que he hecho tantas locuras en mi vida.
-¿Haces locuras para no sentirte solo?
-Las hacía para no sentirme tan solo y tan ajeno al mundo. Era como un llamado de atención gritando que aquí estoy, que me miren, que me hagan caso, que soy Alex.
-¿Sigues sintiéndote así?
-Ya no tanto, esto fue más en mi adolescencia y mi juventud.
-¿Por eso quisiste contarme toda tu vida sabiendo que quería publicarla?
-Lo hice porque creo que una parte de mí puede reflejar algunos parámetros de la juventud, de la “generación perdida”.
-¿A qué te refieres?
-A esa gente que busca respuestas y tiene asuntos internos de autoconocimiento que responder. Pero más que nada, quería compartir mis experiencias y mis vivencias con gente tal vez más tradicional. Que vean que hay distintas formas de expresión, sobre todo en la amplitud del mundo gay.
-¿Podrías decirme qué te llevó a querer pertenecer a una tribu urbana?-Le pregunté.
-La soledad, sobre todo. Buscaba gente parecida a mí que llevaran mi mismo rumbo. Quizás me quedé estancado en eso, nunca salí de este mundo, pero es mi forma de escape y una coraza para el dolor interno que llevo siempre dentro de mí y que nunca se va. Es mi manera de aplacar frustraciones, miedos, angustias, desamor, cosas que nunca demuestro. No sé por qué a ti termino siempre contándote estas cosas.
-Si quieres no las publico.
-Publica todo lo que quieras, confío plenamente en ti.
-Gracias.-Le dije.
-Este mundo de oscuridad en el que vivo me ha permitido sacar entereza y ser un hueso duro de roer, como se dice por ahí.
-Explícame mejor esta expresión.
-El vestirme de vampiro, el parecer tenebroso, hace que la gente me mire como intocable, que de alguna manera me respete o me tenga temor. Eso me hace sentir superior.
-Quieres intimidar, ¿cierto?
-Exactamente. Incluso me ha subido el ego, porque el pertenecer a esta tribu me ha permitido convertirme en un ser social, con gran personalidad y glamour. Sé que la manera en la que me visto despierta cierta atracción en las personas. Puede que la reacción sea buena o mala, me da igual, pero sé que me miran y que quieren continuar mirándome, estudiando mi vestuario y mi comportamiento.
-Entre tantas tribus urbanas que existen, ¿por qué te decidiste por la de vampiro gótico?
-Porque siempre me atrajo la penumbra y la oscuridad. El vampirismo te lleva a eso. Además, como es una cultura desinhibida, te lleva a explorar otros placeres.
-¿Por ejemplo?
-En el campo sexual aprendí lo que es ser sadomasoquista tanto a nivel físico como emocional. En el campo cultural, la música es muy especial. En lo espiritual te permite conexiones más sobrenaturales, si es que llegas a interiorizarte en el oscurantismo. Te vuelves más receptivo.
-Sé que la gente gótica puede llegar a ser muy sensible y vulnerable y que eso te deja más expuesto. Sé también que, igual que el personaje de Darko, intentaste suicidarte en tres ocasiones en tu vida, que ya me lo has contado antes. Me gustaría saber si piensas volver a hacerlo alguna vez.
-¡Claro que sí! Me queda el cuarto intento a los cuarenta años, supuestamente. A veces pienso que son momentos de inseguridades y miedos, pero es parte de mí, y creo que nunca maduraré en ese aspecto. Soy como un muerto en vida.
-¿Por qué sientes eso, Alexis?
-Será porque evito tener una estabilidad en la vida. Por ejemplo, no funciono bien en pareja. Me aburro muy rápido. Soy extremadamente apasionado, pero después de eso me cuesta mantener el interés.
-Bueno, eso le pasa a muchos chicos que conozco.
-Cuando empiezo a sentir el cosquilleo y que puedo llegar a sentir algo por un chico, escapo, busco de inmediato a otro. Siempre estoy buscando.-Me dijo con su voz suave y calmada.
-Antes de terminar, hay una anécdota tuya que siempre me llamó la atención, pero prefiero que me la cuentes tú mismo en este momento. ¿Qué estabas haciendo en el momento del terremoto en Chile ese 27 de febrero?
-¡Siempre te ha gustado esa anécdota mía!-Rió Alexis.
-Me encanta, es que me parece muy original.
-Entonces te la cuento de nuevo. Estaba solo en mi casa, chateando con un chico al que acababa de conocer por no recuerdo qué página. De repente, empezó todo a moverse, cada vez más fuerte. Se cortó la señal del Internet, la electricidad, empezaron a caerse cosas, era como si la casa se me cayera encima.
-¿No sentiste miedo?
-No, estaba muy caliente para eso. Mientras sentía que todo se caía a mi alrededor y escuchaba a los vecinos gritando llenos de miedo y de terror, comencé a masturbarme. Todo se derrumbaba a mi alrededor, y yo estaba sobre mi cama. Mientras más duro se movía todo, yo más me excitaba, no sé si fue una reacción a lo que estaba viviendo. Lámparas, adornos, todo se iba cayendo al suelo. Yo continuaba cada vez más fuerte. Acabé justo cuando terminó el terremoto. Continué echado sobre mi cama, relajado. Todavía no tenía idea de la magnitud del terremoto ni de cuánto había durado, pero acababa de vivir uno de los mayores orgasmos de mi vida. Cuando comenzó a sonar el teléfono fue cuando reaccioné. Eran mis padres para saber cómo me encontraba.
-Tiene que haber sido una experiencia muy intensa.
-Como lo es todo lo que hago yo.-Me dijo con su mirada fija y profunda.
-De eso no me cabe la menor duda, Alexis.
-Puedes continuar llamándome Darko.
Fuente: Universo gay
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