SAN JOSÉ (AFP) — Alrededor de 20.000 personas desfilaron el sábado por el centro San José para protestar contra el matrimonio entre homosexuales en Costa Rica y en favor de la paz social y la unión familiar.
La Federación Alianza Evangélica Costarricense convocó a la actividad, que se prolongó durante varias horas por la avenida central y el Paseo Colón, pese a que en la capital cayó una pertinaz lluvia. Los organizadores pretendían llamar la atención acerca de la importancia de la unidad familiar, el matrimonio y la paz social.
Durante la concentración la multitud, que vistió camisas blancas, oró por la unidad familiar y expuso su oposición a un proyecto de ley, actualmente en la Asamblea Legislativa, enfocado a permitir el matrimonio homosexual. Grupos de la comunidad homosexual presentaron en 2006 un proyecto para legalizar estas uniones, iniciativa que es debatida actualmente en la Comisión de Derechos Humanos del Congreso. Diversos sectores la respaldan, incluso la ministra de Salud, María Luisa Ávila, pero también cuenta con detractores, más allá de la Iglesia Católica.
Hace dos semanas, la Iglesia Católica costarricense expresó por medio de la Conferencia Episcopal, que agrupa a sus ocho arzobispos, su total oposición a uniones homosexuales, al tiempo que pidió a los diputados rechazar la iniciativa que persigue legalizarlas. Los obispos llamaron a los legisladores católicos a votar en contra del proyecto y a los no católicos a no aprobar "un proyecto que, a todas luces, va en contra del bien común".
Los ocho miembros de la Conferencia Episcopal han expuesto argumentos religiosos y constitucionales para rechazar las uniones matrimoniales homosexuales. Los prelados argumentan que la Sala Constitucional estableció que el concepto de matrimonio establecido en Costa Rica y en instrumentos internacionales sobre derechos humanos "se refiere, en exclusiva, a la unión entre hombre y mujer de carácter monogámico".
En el país persiste la duda de si el proyecto podrá prosperar en el Congreso antes de 2010, como esperan sus promotores.
La Federación Alianza Evangélica Costarricense convocó a la actividad, que se prolongó durante varias horas por la avenida central y el Paseo Colón, pese a que en la capital cayó una pertinaz lluvia. Los organizadores pretendían llamar la atención acerca de la importancia de la unidad familiar, el matrimonio y la paz social.Durante la concentración la multitud, que vistió camisas blancas, oró por la unidad familiar y expuso su oposición a un proyecto de ley, actualmente en la Asamblea Legislativa, enfocado a permitir el matrimonio homosexual. Grupos de la comunidad homosexual presentaron en 2006 un proyecto para legalizar estas uniones, iniciativa que es debatida actualmente en la Comisión de Derechos Humanos del Congreso. Diversos sectores la respaldan, incluso la ministra de Salud, María Luisa Ávila, pero también cuenta con detractores, más allá de la Iglesia Católica.
Hace dos semanas, la Iglesia Católica costarricense expresó por medio de la Conferencia Episcopal, que agrupa a sus ocho arzobispos, su total oposición a uniones homosexuales, al tiempo que pidió a los diputados rechazar la iniciativa que persigue legalizarlas. Los obispos llamaron a los legisladores católicos a votar en contra del proyecto y a los no católicos a no aprobar "un proyecto que, a todas luces, va en contra del bien común".
Los ocho miembros de la Conferencia Episcopal han expuesto argumentos religiosos y constitucionales para rechazar las uniones matrimoniales homosexuales. Los prelados argumentan que la Sala Constitucional estableció que el concepto de matrimonio establecido en Costa Rica y en instrumentos internacionales sobre derechos humanos "se refiere, en exclusiva, a la unión entre hombre y mujer de carácter monogámico".
En el país persiste la duda de si el proyecto podrá prosperar en el Congreso antes de 2010, como esperan sus promotores.
.png "English"){kind=small}
